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domingo, 13 de diciembre de 2009

PAREJAS Y DOLOR

El masoquismo, es una tendencia humana muy extendida, en sus modalidades y grados, compleja y difícil de entender. La búsqueda inconsciente del dolor, del sufrimiento, de no querer paliarlo, de aguantar hasta límites casi de intolerabilidad y lo peor: buscarlo y provocarlo, ha llevado a muchos especialistas y personas del ámbito jurídico, a tener más en cuenta este aspecto de la personalidad dentro de las parejas que se denuncian por maltrato. Numerosas parejas acusan al otro de violencia- ya sea mujeres u hombres- mantenida durante años. La pregunta es ¿porqué se aguantó dicho sufrimiento? La respuesta, en el 98% de los casos fue la misma: “ porque le quería” . Es decir, que una mujer o un hombre, son capaces de tolerar niveles altos de sufrimiento sólo por amor. Esto nos lleva a entender que dentro de esas parejas existe algo que ronda lo enfermo o lo neurótico, porque al final, nadie somete a nadie salvo el que le gusta someter o a quien le gusta que le sometan. Por lo tanto, en numerosas parejas se encuentra tanto en él como en ella, unos niveles altos de tolerancia al sufrimiento y al malestar que cualquier pareja normal no toleraría. Debemos pensar entonces qué se esconde detrás de una actitud mantenida durante años y años, donde el malestar forma parte de la relación. Lo que se esconde es el deseo de estar sometido al otro o a la otra. ¿ Se puede decir que tras una actitud masoquista o de dolor hay algún tipo de placer o de goce? En la literatura científica y literaria, se aprecia que todas las personas en mayor o menor grado necesitan una dosis de dolor para sentirse vivos. El dolor dentro de la pareja puede ser un estímulo para seguir unidos, pensando que el otro o la otra algún día van a cambiar. Por eso que numerosas parejas que acaban en los Juzgado por denuncia por malos tratos, acaban volviendo a juntarse, ante la sorpresa de sus abogados y Jueces. Responden: no podemos vivir el uno sin el otro. ¿Masoquismo?

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