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domingo, 26 de septiembre de 2010

PSICOANALISIS PARA LAS CRISIS DE PAREJA

Las crisis y rupturas de pareja no se pueden entender si no se profundiza en el estudio de la parte inconsciente de la personalidad de los integrantes de la misma.


En primer lugar, se debe estudiar qué es un hombre para una mujer y qué es una mujer para un hombre ya que la mayoría de las parejas no saben la respuesta y tampoco saben si la mujer que necesita un hombre es ella la adecuada y el hombre que necesita una mujer, nunca se sabe si él es o no el adecuado. Lo que podemos afirmar es que ella le pide algo a él y él le pide algo a ella. Ambos se piden, se demandan pero ninguno de los dos sabe ni qué pide ni qué debe dar. Tampoco en las parejas se valora si lo que se dan es lo adecuado o lo apropiado. Es evidente que cuando hay una crisis y una ruptura es porque las expectativas conscientes no coinciden con las inconscientes. De esta manera podemos decir que una cosa es lo que una persona quiere conscientemente y otra cosa es lo que demanda inconscientemente. Por regla general, nunca coincide, ya que la conciencia y la inconsciencia, son dos partes distintas de la personalidad. Con el tiempo, la pareja cambia y muchas veces no se toleran los cambios: bien en la forma de amar o desear. Lo cierto, es que cuando ella cambia, él se siente extraño y cuando él cambia, ella no lo reconoce. Por lo tanto, parece ser que lo que no se tolera en la pareja son los cambios y las transformaciones. No se puede ni amar ni desear siempre de la misma manera y de ahí el error y el encadenamiento psicológico de muchas parejas que viven encadenadas a una forma de pensar lo que es la relación de pareja y cada pareja necesita su modo particular de ser. No existen los modelos perfectos ni estereotipados. Cada hombre necesita un modo de pareja que a veces no es el modo en que la mujer quiere. Lo que existen en pareja, son los pactos, los acuerdos, las decisiones y de ahí, surge el amor, el deseo. No se puede forzar ni a amar ni a desear al otro, ni que lo amen ni que lo deseen a uno. Lo que es cierto y en esto, el psicoanálisis es muy certero, se puede enseñar a la pareja a producir el amor y el deseo, ya que ambos, son producto de un trabajo. Para que te quieran tienes que hacer un trabajo. Para que te odien también. Para producir un deseo en tu pareja o para que te desee, tienes que hacer un trabajo pero para que deje de desearte o para que te rechace también.

lunes, 13 de septiembre de 2010

LA FORMULA DEL AMOR PERFECTA

Existe la fórmula del amor perfecto. Para ello, se necesita que las dos partes implicadas en la ecuación asuman sus diferencias y para ello, la tolerancia es lo que iguala dicha ecuación. La pareja siempre son como mínimo dos más los fantasmas que acompañan a los mismos. Los fantasmas afectivos tanto del hombre como de la mujer guardan relación con las figuras familiares, incógnita que nunca logra despejarse en la fórmula del amor y a su vez, es la clave que facilita que dicha fórmula adquiera su maestría y su precisión. Un psicoanalista, cuando recibe a una pareja que tiene crisis, lo primero que estudia es la relación de espejo que ambos tienen entre sí. La mujer encuentra su imagen en el hombre y viceversa, de manera que las recriminaciones, también tienen que ver con lo que uno se recrimina a sí mismo pero que proyecta en el otro. A parte de esto, ambos proyectan sobre sí y sobre el otro, la relación vivida inconscientemente con las figuras parentales. Mujeres que mantienen con su pareja la misma relación que tuvieron con sus padres. Hombres que mantienen con la mujer la misma relación que con su madre y hermana. Estos y muchos otros fantasmas son los que separan a un hombre y a una mujer en las relaciones de pareja. El psicoanálisis goza de una precisión y de una exactitud a la hora de diagnosticar qué es lo que hay entre ellos que tanto los separa, que una vez que una pareja comienza a psicoanalizarse, hay garantía absoluta de que nunca más serán los que fueron, ya que somos imágenes proyectadas de imágenes que nuestros padres proyectaron sobre nosotros y vivimos una vida que por norma general no es la nuestra, sino una imitación de la que nuestros padres vivieron, aunque sea con sutiles diferencias. Un hombre, una mujer que no pueden ser otros, es porque son víctimas de sus relaciones familiares inconscientes.

domingo, 5 de septiembre de 2010

¿ QUÉ HAGO CON LA EXPAREJA DE MI PAREJA?

Un motivo por el cual consultan muchas parejas suelen ser por los celos que provoca la existencia de una buena relación de expareja. Hombres y mujeres, a veces con hijos y otras veces sin ellos, que una vez separados se siguen llevando bien con su ex-pareja. En más del 90% de los casos, esto es motivo de celos y peleas con las nuevas parejas. Ella no comprende cómo él se sigue llevando bien con su expareja y otras veces, es él quien no comprende porqué ella tiene una buena relación con su expareja. Los celos, son los responsables de esta situación. Hoy día, el psicoanálisis ha logrado que muchas parejas logren separarse de forma armoniosa. Ciertas mentes, no comprenden cómo una persona puede separarse de otra sin odiarla y sin llevarse mal con ella. Hablamos de separaciones adultas, formales, aceptando que cuando las diferencias son insuperables, mejor separarse de manera amistosa, sobre todo cuando hay hijos de por medio. Y también el psicoanálisis ha comprobado que muchas parejas se separan queríendose pero que ya no se desean y eso es otra forma civilizada de aceptar una separación. Recuerdo un caso donde ella, separada y con un hijo, se llevaba bien con su exmarido. Se hablaban varias veces al día, quedaban, iban juntos incluso al cine y mantenían una relación armoniosa. Entre ellos quedaba amor, pero se había extinguido el deseo. El hombre actual de ella, se volvía loco y se desesperaba, porque no comprendía que ella siguiera sintiendo cariño por su exmarido. Hasta que una vez que vienierona terapia, pudo aceptar que existen muchas formas de amor y que a cada persona, se le ama de una manera diferente. La terapia duró casi un año, viniendo una vez por semana. Actualmente, salen juntos, y mantienen una relación afectuosa. Los caminos, del deseo y del amor, a veces son inescrutables. Nunca dejan de sorprendernos. Y afortunadamente, decir, que la terapia de pareja con psicoanálisis, hoy día es una alternativa al odio, a la agresividad, al rencor y a la maldad que se genera cuando una pareja se separa.