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domingo, 23 de febrero de 2014

HERRAMIENTAS PARA SER FELIZ. LA AUTOESTIMA

Si pudiéramos englobar tres apartados que sumados hacen a la felicidad de una persona, hablaríamos del logro narcisista, del logro del amor y del logro social.
El logro narcisista, hace a la felicidad que experimentamos cuando un saber, un conocimiento o un goce nos toca nuestra alma y sentimos haber experimentado un cambio que de algo nos libera. Este alivio que experimentamos, que nos hace respirar en profundidad tiene relación con la liberación que en todo ser humano produce el propio crecimiento.
El logro del amor, se produce cuando el binomio, amar  y ser amado se articulan y funcionan recíprocamente.
Los logros sociales son consecuciones, éxitos que nos colocan frente a los otros en una posición admirada.
Todos estos logros guardan relación con un sentimiento muy común en el ser humano y que es la autoestima, la autoconfianza o su contrario, la falta de seguridad en sí mismo.
Cuando nos falta el logro narcisista, el amor o lo social, sentimos que dichas carencias son producto de la falta de seguridad en nosotros mismos. No creemos en nosotros, no nos consideramos merecedores de dichos logros porque algo nos retiene, algo nos dice que no podemos, que no seremos capaces de ello.
Analizando el término falta de seguridad en uno mismo, podemos darle una vuelta para tratar de entender que la persona que dice sentirlo así misma se denigra, se rebaja, se trata mal, no se considera merecedora, se critica, por lo tanto, al inseguro no es que le falte seguridad, le sobra seguridad y su seguridad es creer que no es capaz. Nuestro amigo el inconsciente, no juzga, no calcula, sólo le interesa manifestarse, mostrarse y cierto es que tras una “falta de seguridad en un mismo”, se esconde una “gran seguridad en la inseguridad ”, por lo tanto, para el inconsciente, la seguridad como la falta de seguridad es  una manifestación de sus deseos. Tras la inseguridad se esconde un no puedo, no soy capaz, no soy merecedor. Es decir, una cortina de humo. ¿De qué se esconde el inseguro? ¿Quizás de su potencial? ¿De un temor a tener que modificarse? ¿De tener algo que abandonar? El discurso, el decir del inseguro en su hablar, muestra de lo que se esconde y es aquello de lo que dice querer o desear. Frente al temor que me ocasiona la realización o consecución de mis deseos, se halla una excusa para no abandonar. Es decir, la falta de autoestima o de seguridad es una excusa frente a tres abandonos: para el logro narcisista, tengo que abandonar mi narcisismo infantil (creerme que lo se todo). Para el logro del amor y su reciprocidad tengo que abandonar el sentimiento de amor exclusivo de mi madre. Y para el logro social, debo abandonar lo único que me puede impedir ser social: la familia.

Y abandonar no es abandonar  a la madre o a la familia, sino a uno mismo, a las concepciones mentales que tiene sobre el amor de la madre o de la familia. La falta de confianza no deja de ser una confianza mental en la seguridad que me da la familia frente a lo social, en la confianza que me da la madre frente al amor de un hombre o de una mujer y la confianza que me da creer en mi mismo frente a la apertura de lo nuevo. Para tener autoestima, el psicoanálisis te enseña a ser otros pero sobre todo a no ser tu mismo.

domingo, 16 de febrero de 2014

HERRAMIENTAS PARA SER FELIZ. La soledad NO existe


Por ejemplo, la soledad, es sinónimo de rechazo al otro, a los otros, al mundo. Estar solo, también es una decisión inconsciente muy trabajada y construida con los años. Muchas personas harán alusión al hecho de estar solos porque refieren no haber dado con la persona adecuada o que sus experiencias vitales fueron negativas, contrarias a lo que ellas querían.
Nada más lejos de todo esto. Encontrar a personas inadecuadas también supone una búsqueda inconsciente. Incluso podemos arriesgar y decir que en las malas relaciones tanto de pareja, como familiares, como laborales, hay un trabajo previo que a veces dura hasta años para construir una relación nefasta que con el tiempo acaba  en soledad o en desgracia. El ser humano, absolutamente todo, lo construye y también lo destruye. No hay fuerzas extrañas, ni misteriosas ni ajenas a nosotros mismos que produzcan esos efectos sobre nuestras vidas. La ignorancia de no saber que en nosotros existe un otro de nosotros mismos, que determina nuestras acciones, nuestros movimientos y nuestros acontecimientos, nos sumerge en un abismo donde despreciamos a los otros en vez de cuestionarnos a nosotros mismos. Cierto es que personas que optaron por la soledad, en un momento de su vida se consideraron indignas de ser queridas o amadas, es decir, previo a su estado de soledad actual , hubo inicialmente un desprecio hacia sí mismos. ¿por qué? La soledad, también es una condena  de uno hacia uno mismo. Algo se satisface en el estado de soledad. La soledad, cuando se psicoanaliza, suele estar acompañada de un odio intenso, a veces de envidia, es decir, sentimientos poco nobles, más bien infantiles y neuróticos. El solitario, no deja de ser una persona  que quisiera atentar contra todo pero sin testigos que puedan verle. Otro tipo de solitarios, son aquellos que nunca resolvieron su complejo de Edipo, lo que significa que no pudieron desligarse de los lazos amorosos infantiles bien hacia la figura de la madre, del padre o de algún hermano. Y esto ellos no lo saben. Al estar ligados de manera inconsciente a sus primeros amores infantiles, difícilmente pueden generar lazos afectivos con otras personas, ya que se encuentran desde hace mucho tiempo “comprometidos o acompañados pero nunca solos”.

NO LO OLVIDES. Toda soledad, no es tal soledad. El solitario en definitiva siempre está acompañado bien de odio, de envidia o del recuerdo infantil de sus amores prohibidos. Y por esta circunstancia nunca puede ser feliz, porque con quien quiere estar siempre es un imposible. ( CONTINUARÁ )

domingo, 9 de febrero de 2014

HERRAMIENTAS PARA SER MAS FELIZ


Superadas ciertas cuestiones morales, el ser humano puede ser grande, construir grandeza en múltiples lugares. Podemos decir que todo lo que no conseguimos es porque nos oponemos a ello. Todo lo que  obtenemos, aún no queriéndolo, es porque hicimos un trabajo inconsciente para hallarlo. Para tener una mala relación, hay que hacer un trabajo. Para no trabajar hay que hacer muchas cosas en contra. Para no amar hace falta hacer un trabajo… y así todas las cosas de nuestra vida. Podemos ser ricos “en nada”. Nuestra vida llena de “nada” ¿se imaginan?. Todo el dinero que no tengo, es dinero de menos, por lo tanto se puede también contabilizar pero en menos. Es decir, permanentemente estamos trabajando, bien a favor o bien en contra de nuestros intereses. Y esa es la herramienta mas poderosa, el trabajo. El trabajo como camino hacia la felicidad, el trabajo como camino hacia el amor, hacia el dinero, hacia el sexo, hacia lo social, hacia lo humano.
Digo trabajo y pienso en lo otros. No hay trabajo que pueda decirse productivo si no es en relación a otros. Debe haber intercambio, debo ser un ser social y aceptar que soy entre otros. Y si solo quiero beneficiarme del trabajo de otros y no querer entregar los productos de mi trabajo, directamente poco voy a tener.
Hay una miseria humana basada en no producir demás porque no quiero que otros se beneficien. Todos nos beneficiamos de todos. Nos beneficiamos de todo lo humano adquirido, conseguido. Entonces, porqué no puedo plantearme un grado de generosidad hacia los otros. Hay un egoísmo, de índole infantil en todos nosotros que nos hace valorar más lo que no tenemos que lo que tenemos. El egoísta cuida cosas pequeñas y difícilmente puede haber grandeza en él, porque todo su afán es de negar que hay otros. Intercambiar es un paso más hacia la humanidad. Nadie se puede quedar con el producto de otro aunque queramos o pensamos que podemos.
Cuantas vidas se malgastan en vivir contrariamente al acto de vivir. Vidas en contra de la propia vida, trabajando para no tener. Qué riqueza es la de aquel que vive esperanzado en el futuro?. La esperanza sólo sirve para negar el trabajo porque si otros lo consiguieron yo también puedo conseguirlo. Pero si otros no lo consiguieron yo tampoco puedo conseguirlo. Son decisiones. Humano o siniestro. Y si de elegir se trata, siempre me quedo con lo humano. 

domingo, 2 de febrero de 2014

YA A LA VENTA EL EBOOK, LA TIRANIA DE LOS SENTIMENTOS. El mejor libro de autoayuda publicado en los últimos 30 años

Ya puedes comprar el ebook la Tirania de los Sentimientos. Aprende y conoce la clave del funcionamiento de los sentimientos y cómo gestionarlos.


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OBSTACULOS A LA FELICIDAD La mezquindad que hay en mi



Cuando nos juzgamos a nosotros mismos, desde la figura del superyó o ley moral, terminamos sancionándonos, es decir, bajo el sojuzgamiento, siempre impera la Ley moral del superyó que hace a la persona acatar su castigo. 
Una manera de ver o valorar o medir nuestra relación con el superyó, es mirando nuestro grado de bienestar en la vida o de felicidad. ¿Significa esto que todo malestar o carencia en el amor, el dinero, la amistad, lo social, lo familiar está regido por el superyó? Duele decirlo pero es la verdad.
La conciencia moral es un termómetro para medir nuestro grado de bienestar o malestar ante la vida. ¿Qué es el bienestar o el malestar? Simplemente el tener o no tener “el alma tranquila”. Una persona con el alma –conciencia- tranquila, es más feliz, tolera más los triunfos, las ganancias y hasta los obstáculos que toda vida tiene. Sin embargo, hay una relación íntima entre el malestar y el encadenamiento al dolor que el superyó, utiliza a favor y en contra del sujeto. Nos hacemos golpear por nuestro superyó. Simultáneamente esto produce un alivio a la culpa que sentimos por participar de pensamientos, palabras u obras en acciones o deseos, los cuales producen un reproche su existencia en nuestro interior. Lo verdaderamente impresionante, es LA MEZQUINDAD DE LAS PERSONAS. Absolutamente todo lo que hacemos y lo que no hacemos, todo lo que triunfamos y todo lo que no triunfamos, se lo dedicamos a alguien. Todo éxito y todo fracaso, todo lo que no hacemos, lo que no damos, lo que no entregamos, lo que no producimos, lo que no amamos, lo que no ganamos, etc, etc, llevan una tarjeta de presentación, con dedicación, dirección, nombres y apellidos.

Lo mezquino es que pudiendo amar, no amo. Pudiendo ganar más no lo gano para no compartirlo. Pudiendo ser tolerante, generoso, humilde, no lo soy. Y todo, por mezquindad. Las personas, somos muy mezquinas. Preferimos la ruina emocional y económica a reconocer que somos egoístas, ingratos, narcisistas, arrogantes y deshacernos de todos estos sentimientos infantiles que nos terminan rompiendo la vida y que una vez rota, empobrecida y arruinada, somos capaces de decirnos: me lo tengo merecido.!! ¿ Crees que tu falta de felicidad no te la tienes merecida? Revísate y con humildad, verás, que los obstáculos a tu felicidad, los has construido tú. ¿Eres de los que tiras la pelota siempre fuera de ti, hacia los otros? Si eres de estos, lo que se te avecina en la vida, es mejor que ni lo pienses, porque vas a sufrir. Pero en el sufrimiento, hallarás la calma. ( Continuamos la próxima )