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domingo, 27 de diciembre de 2015

CUANDO QUIERO QUE MI PAREJA ME SEA INFIEL.

Las investigaciones que ha llevado a cabo el psicoanálisis en los últimos cuarenta años, muestra en multitud de parejas o personas que acuden a consulta por un problema de infidelidad en la pareja que la infidelidad es producto del deseo de dos. El hombre que le es infiel a la mujer es por un deseo de ella y la mujer que le es infiel al hombre, es por un deseo de él. Semejante frase provocará la ira en mas de una persona que lea esto pero si nos adentramos en los mecanismos inconscientes de la personalidad, todo lo que sucede siempre es motivado por la existencia de un deseo inconsciente. ¿Qué deseo inconsciente puede haber en un hombre de ver a su mujer en brazos de otro y viceversa? Es cierto que cuando la pareja entra en un desgaste tras años de convivencia o bien el deseo ha desaparecido o mermado quedando una monótona presencia, una infidelidad puede salvar a la pareja, en el sentido que tras una infidelidad, siempre se reactiva el deseo de nuevo en la pareja. Es fácil escuchar que al infiel no se le perdona y que se le castiga con no concederle mas favores sexuales. Esto significa que la persona que ha producido la infidelidad es por deseo de la otra. Esto reactiva el deseo, reactiva la pareja pero dependiendo del grado de aceptación de “la infidelidad” se actúa o a favor de rescatar la pareja o a favor de destruirla. Cuando una pareja, tras una infidelidad conversan y hablan de los motivos por los cuales se llegó a la misma, siempre sacan en claro la falta de deseo o la monotonía que la pareja ya padecía. Digamos que ciertas infidelidades son un punto de inflexión para la pareja, es decir, un modo de cerrar una etapa y abrir una nueva. Si la fidelidad es un pacto, la infidelidad también lo es. Digamos que cuando la infidelidad es pactada, es decir, se comete el acto infiel para ser descubierto, es para salvar la pareja. Sin embargo, cuando la infidelidad se comete para no ser descubierta, a la larga supone el enterramiento de la pareja, ya que no se descubre porque se está construyendo por otro lado una nueva pareja, que cuando medianamente se haya construido, se abandonará a la antigua pareja. Por lo tanto, mejor que las infidelidades sean pactadas para comenzar a hablar del desgaste del deseo en la pareja.