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domingo, 20 de septiembre de 2020

¿Por qué fracasan las relaciones de pareja?

La primera cuestión que debemos plantearnos es qué es lo que lleva a un hombre y a una mujer a emparejarse? 

 

Las personas pasan por diversas etapas en la vida pero principalmente, la primera de ellas, es fundante, en el sentido que toda relación con los otros, está determinada desde nuestras primeras relaciones familiares, relaciones basadas en el mecanismo de identificación que guardará una relación inconsciente entre los modelos familiares y las elecciones futuras de objetos amorosos. 

 

El psicoanálisis viene estudiando desde hace mas de cien años que la relación con el mundo, así como el desarrollo del carácter, tiene relación directa y se halla enraizado a las relaciones familiares. 

 

La primera relación de todos nosotros es con la madre. Relación basada en la necesidad, en un egoísmo de supervivencia necesario para el desarrollo físico y emocional del niño. Relación basada en la satisfacciones físicas pero también emocionales, que será lo que nos fundará como humanos, el poder establecer relaciones con los otros. 

 

La relación con la madre es única, de una dependencia tal que dejará huellas de por vida. Tanto es así que las relaciones de objeto ( entre personas ) no deja de tener una raíz en la primitiva relación con la madre. El padre, es el siguiente elemento a tener en cuenta en relación al desarrollo emocional humano. El niño toma conciencia que el padre es el objeto de deseo de la madre, de ahí que todo niño y niña pase por un periodo de identificación al mismo pues si la madre lo ama y lo desea, el niño que se haya identificado a la madre, también amará y deseará al mismo. 

 

Desde ese espejo de identificaciones a los padres, es desde donde se generarán las futuras búsquedas de relaciones de objeto de deseo y amorosos (pareja) . 

 

Absolutamente en todas las relaciones de pareja, podemos encontrar la manera inconsciente en que se estableció la matriz original de la elección de objeto, a través de la identificación con el padre y la madre. 

 

Es sencillo y fácil volver a repetir una actitud, un comportamiento, un sentimiento infantil de aquella época primitiva pero en la etapa actual y sin que la persona se de cuenta, pues el hecho de que elijamos pareja basada en la identificación a los modelos parentales hace que proyectemos sobre la pareja actual los sentimientos, afectos y comportamientos basados en la identificación a los padres.

 

La persona puede trasladar, desplazar la antigua relación con la madre o con el padre (a veces hasta con los hermanos ) a sus relaciones personales, sin tener conciencia de ello, pues proyecta algo que ya ha vivido siendo capaz de tratar a la persona como hizo con algunas de las figuras familiares. 

 

De ahí que el psicoanálisis de pareja, descubre las identificaciones a los padres y el modo en que el sujeto estableció su carácter y su personalidad basado en la relación con los mismos.

 

Dichas identificaciones se suelen proyectar sobre la pareja sin que tengamos conciencia de ellos y terminamos repitiendo algo ya vivido pero sobre la persona con la que convivimos. 

 

Podemos demostrar que en la relación con los padres, debido a que se establece en la etapa infantil y a la existencia la ambivalencia afectiva de amor y odio o rechazo hacia los mismos, la persona se queda inmadura en dicha relación. Su odio así como su amor a sus progenitores perdura de manera inmadura pero inconsciente y la persona no lo sabe. Y dichos sentimientos inmaduros, se expresarán luego en la pareja cada vez que la pareja nos recuerde algún rasgo de nuestros progenitores. De manera que ella puede estar expresando el odio que sentía por la madre pero hacia la figura del marido y este, puede estar desplazando la mala relación la madre o el padre hacia la figura de su mujer sin tener conciencia de ello. 

 

Decimos entonces que el mecanismo de espejo, de desplazamiento y proyección son las que arruinan o generan las crisis de pareja, pues tanto él como ella, puede estar mostrando su carácter infantil o inmadurez no superada de la etapa de la infancia pero desplazado, proyectado hacia la pareja. 

 

Esta complejidad hace que la comunicación se deteriore porque ninguno habla al otro aunque lo hable ni escucha al otro. Habla y escucha a su fantasma familiar, hablay escucha a la persona que proyecta sobre su pareja: el padre, la madre o u hermano, lo cual impide entendimiento alguno y se genere la violencia propia que se generaba en la etapa infantil. 

¿Por qué no se quieren curar o tratar las parejas? Porque curarse o evolucionar supondría abandonar la identificación a los padres, algo así como abandonar algo de nuestro propio yo, algo de nosotros mismos y el ser humano prefiere perder a su pareja y quedarse solo de por vida a perder la relación inconsciente que tiene con sus padres. 

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