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domingo, 22 de agosto de 2010

LA PERDIDA DEL DESEO

Llega a consulta un hombre de 30 años. Comenta que desde hace 10 años está emparejado pero desde hace cuatro meses, conoció a otra mujer, con las que se ha visto cinco veces, dos de ellas se han acostado. Viene porque quiere dejar a su pareja, sin embargo, todavía la quiere pero siente que desde hace mucho tiempo, ya no hay ni la pasión ni el deseo que tiene con la nueva mujer en su vida. Está confuso porque no sabe qué hacer. En la segundo encuentro, comienza a darse cuenta que amor y deseo son dos cosas en él diferentes. Cuando ama no desea y cuando desea no ama. ¿Cómo juntar amor y deseo en la misma persona?. A la semana siguiente, viene ella. Plantea que la pasión en su pareja duró un tiempo y se quedó transformada en una relación monótona. Reconoce no haberle dado mucha importancia al deseo y que su amor por él pesa más que el deseo que haya podido generarse o no dentro de su relación.


Este caso, es uno más de tantos, donde una pareja se plantea la separación porque no son capaces de juntar amor y deseo. En ambos, hay un prejuicio con el deseo. Han transformado su relación en una especie de relación madre-hijo, de mucho amor pero ningún deseo y por ahí, ha comenzado a fisurarse su pareja. Planteamos encontrarnos una vez a la semana. La terapia se desarrolla en base a la búsqueda del deseo que ya no existe. Se analizan lo prejuicios, se descubre que hay una moral antigua, clásica en ellos dos que no les permite jugar, comunicarse abiertamente, ser sinceros el uno con el otro. Lejos de hablar, de fantasear, de estimular la aparición del deseo, se encerraron el uno con el otro. Fueron reduciendo sus relaciones y ahora comienzan a ver sus errores. Dejaron de hacer cosas que antes hacían por estar mas cerca y esa cercanía les acabo ahogando. El deseo, dentro de la pareja sobrevive teniendo varias vidas dentro de la vida de pareja. Un hombre que abandona sus hobbies, sus amigos así como una mujer de deja sus cosas por emparejarse, nunca funciona. La pareja debe ser suma. Lo que lleva a la desaparición del deseo, es cuando se cortan las relaciones con el mundo. Ahí vienen las crisis y el lento agonizar de la pareja. La pareja se aísla por una cuestión de celos. Para no sentir celos, abandonan la relación con el mundo pero cuando desaparecen los celos, también desaparece el deseo dentro de la pareja.

1 comentario:

  1. Buenos dias,

    He llegado a tu blog navegando por internet y buscando respuestas a mi situacion. Tengo 38 años y mi pareja 27. Llevamos 4 años juntos. El primer año fue fantastico. A partir de ahi, o sea 3 años hemos mantenido una relación de amor y cariño pero sin apenas sexo. Cuando digo apenas sexo, quiero decir con una frecuencia anual de unas 4 veces. Nunca ha habido ningun trastorno sexual entre nosotros, basicamente desidia. Inapetencia sexual. A veces lo habiamos hablado y nos deciamos mutuamente que habia que solucionarlo, saliendo fuera los fines de semana, cambiando habitos pero siempre continuó igual. Ahora estamos al borde de la ruptura, porque ya no sabemos que hacer. Ella dice que se habia habituado y que esta situacion ya le iba bien. Pero yo no puedio aguantarlo. Me comenta que me busque a otra pareja con mas apetencia sexual pero sabe mal porque aun creo que hay amor entre nosotros. Aunque reconozco que ella no es una persona muy sexual, de aqui a hacerlo 4 veces al año hay mucha diferencia. Las veces que lo hemos hecho ha estado bien sin ser genial pero sin ningun trauma ni nada llegando los dos al orgasmo.

    Gracias

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