Esto es lo último que
ofrecen los psicólogos cuando les llega una pareja con problemas y “no ven de
donde provienen los mismos”. Lo que hacen es dar pautas para garantizar la
separación sin dolor.
¿Esto qué significa?.
Desconocimiento de lo humano, de lo psíquico que anida en el hombre y en la
mujer. Falta de conocimiento sobre la parte inconsciente de la personalidad y
del modo en que se manifiesta cuando estamos en compañía del otro. Como
ejemplo, pongo a una pareja que llegó hace cuatro meses porque querían seguir
juntos pero no sabían cómo resolver el cambio de actitud que tanto él como ella
había sufrido en los dos últimos años. Acudieron primero a un psicólogo, el
cual no entendió nada, solo que eran muy diferentes y que las diferencias eran
insalvables, así que les aconsejó hacer una “terapia de separación progresiva”.
La pareja, dejó de acudir al susodicho psicólogo y fueron a una psicóloga. Esta
padeciendo de la misma carencia de instrumentos de lectura de lo que realmente
sucedía en la pareja, optó por lo mismo, proponerles una “terapia de separación
progresiva”. La pareja, a punto ya de tirar la toalla, se encontraron con el
psicoanálisis para parejas. (www.terapiadeparejaenmadrid.com)
¿Qué fue lo que ocurrió? Simplemente que la mujer había cambiado y él hombre no
reconocía a dicha mujer. Esto le hacía tratarla con agresividad, no la
entendía, decía de querer recuperar a la mujer que él había tenido, etc… En
resumen, lo que el psicoanalista pudo
ver y que los psicólogos no pudieron darse cuenta, es que la sexualidad de la
mujer había cambiado y por lo tanto, era otra mujer. Esto hacía que el hombre
no la reconociera, ni se diera cuenta de lo que recién ahora, esa nueva mujer
le estaba pidiendo. No pudiendo entrar en detalles, el psicoanalista, le indicó
a el hombre, que se hallaba frente a una nueva mujer que pedía por lo tanto un
hombre nuevo, es decir, una nueva sexualidad de pareja ya que ambos se
acercaban a los cincuenta y cinco años. La sexualidad que habían mantenido
hasta la fecha era haber cuidado de sus dos hijos, los cuales, por edad, ya
estaban dejando el hogar familiar y dicho cambio, les hacía a la pareja
replantearse su vivencia como hombre y como mujer. La mujer, en ese sentido,
tenía una visión más amplia y cuando plantea cambios, el hombre no los acepta
ya que los cambios que ella pedía, exigía un cambio en la manera de ser de él.
Entendida esta cuestión, el psicoanálisis está ayudando a esta pareja a
construir una nueva sexualidad, por lo tanto, una nueva y futura vida. Ambos
están recuperando la ilusión porque comienza una nueva vida. De ahí que cuando
una pareja algo no funciona, el análisis debe llevarse a cabo sobre la sexualidad
vivida y sobre el nacimiento de una nueva sexualidad desconocida. Señalar que
una nueva sexualidad no es un nuevo modo de hacer el amor, sino que incluye a
parte del sexo, una manera diferente de amar, comprender y entender al otro.
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