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domingo, 26 de diciembre de 2010

PAREJAS MASOQUISTAS BAJO SENTIMIENTO DE CULPA

Numerosas parejas acuden a consultan haciendo referencia a no poder vivir ni juntos ni separados. Una fuerza mayor les liga y no les deja separarse porque vuelve a buscarse y encontrarse como dos poderosos imanes. Son las típicas parejas que se pelean, sufren se separan, se vuelven a juntar y en ese ir y venir pasan el tiempo de su vida. Incluso parejas donde ella le denuncia a él por maltrato, acaba siendo ella la que vuelve con él. Dice así: " a pesar de que me maltrata, le amo. No puedo vivir sin él." Este tipo de parejas no toleran curarse y de hecho, cuando van a terapia y comienzan a mejorar, abandonan sin dar ningún tipo de explicación el tratamiento, porque el tratamiento, les estaba curando de su dolor: nos estamos refiriendo a las parejas masoquistas. El masoquismo es una cualidad psíquica atribuible a todo ser humano. La tendencia a la búsqueda del sufrimiento es una variable de la psiquis que debe tenerse siempre en cuenta a la hora de llevar a cabo una terapia e incluso una resolución judicial, porque yo he visto la cara de ciertos jueces y juezas de dictaminar una separación por maltratos, poner medidas preventivas y ser la propia mujer, la denunciante, la que vuelve con el hombre maltratador. El masoquismo tiene su base sobre el llamado complejo de culpabilidad. Dicho complejo no deja de ser mas que un conflicto de naturaleza moral donde la persona, ya sea hombre o mujer, experimenta desde épocas tempranas de su vida un sentimiento de culpabilidad que le lleva a la búsqueda inconsciente de un castigo para aliviar dicho sentimiento de culpabilidad. De hecho no hay mas que ver a personas que sienten culpa y cuando les ocurre una desgracia o una calamidad en su vida, lejos de sentirse mal, hallan un enorme alivio en el sufrimiento y en la resignación. Las parejas masoquistas, cada uno sabe de la culpa del otro y por eso se maltratan. Son la pareja perfecta pues cada uno ha encontrado en el otro la horma de su propio zapato. Tal es así que el maltrato se corresponde más con una penitencia que se hace cumplir si o si que con inflingir daño al otro. El masoquista, sea hombre o mujer, encuentra una paz en el dolor, en el sentido de que se calma su complejo de culpabilidad. De hecho, en este tipo de parejas, el máximo dolor que uno puede inflingir al otro es el abandono, por eso cuando uno pronuncia la frase de irse o abandonar la relación, el dolor que experimenta la parte contraria puede llegar a ser desgarrador. Y separarse no tiene sentido para este tipo de parejas porque la culpa, si no se psicoanaliza, siempre necesita ser calmada y para calmarla tiene que haber alguien dispuesto a juzgar y a ejecutar el castigo, la sentencia o la pena capital.

domingo, 12 de diciembre de 2010

LA INFIDELIDAD NO EXISTE

¿ Qué es la infidelidad? ¿Se puede ser fiel a la pareja cuando el amor y el deseo han desaparecido? ¿Qué nos hace ser fieles? Somos fieles a los pactos cuando existen y cuando duran. La pareja es la suma del amor, del deseo, de los pactos y del compromiso. Cuando se acaba el amor y el deseo, son los pactos los que sostienen la pareja siempre que los mismos comprometan. No hay tantos pactos entre la pareja que no vayan mas allá de los hijos o de lo laboral. Salvo estos, el amor y el deseo, no se pueden pactar y menor limitar. Es la moral educacional la que hace que se le ponga límites al amor y al deseo. ¿ Qué es lo primero que desaparece en una pareja, el amor o el deseo? Las concepciones populares dicen que si el amor no existe, el deseo se apaga. No es cierto. El deseo, constitucionamente hablando es mas antiguo y primitivo que el amor, que es un sentimiento inventado, forzado por el hombre para poder hacer del otro- un desconocido- un conocido. "El amor y el deseo se parecen, gritaba el condenado", dice un verso del poeta Miguel Oscar Menassa, pero no es lo mismo. Al ser mas primitivo el deseo, decimos que la existencia del deseo es lo que hace que surja el amor. Cuando se acaba el amor,puede existir el deseo, pero cuando se acaba el deseo, el amor sucumbe. Y como bien estudia el psicoanálisis, el deseo es lo que hace mantenerse viva a las personas- de ahi que se busque fuera de la pareja cuando sucumbe-. Si la pareja no produce el deseo, es porque la figura del hombre y de la mujer no existen como tal. En una pareja, el deseo se extingue porque se familiariza la relación entre el hombre y la mujer. Es cuando el hombre pierde su rol de hombre y se convierte en un niño, en los brazos de ella, que lejos de ser una mujer, ahora se ha convertido en su madre. El psicoanálisis es efectivo porqu detecta la inmadurez en la que caen las parejas y la resuelve, madurando los aspectos infantiles de los integrantes de la pareja. Un profundo trabajo sobre el niño para convertirlo en hombre y sobre la madre para transformarla en mujer, garantiza el nacimento del deseo y del amor. Por lo tanto, desde el punto de vista del psicoanálisis, la infidelidad no existe, pues la pareja a lo que es fiel es a la relación materno filial que tienen y lo que hay que investigar es si alguna vez fueron fieles como hombre y como mujer.

lunes, 29 de noviembre de 2010

PSICOANALISIS. UNA ALTERNATIVA A LA CRISIS DE PAREJA

Familia, amor, deseo y comunicación, son los grupos en los cuales englobamos absolutamente todos los problemas de pareja que originan las crisis y la separación. Una pareja, nunca son dos, sino varios y dentro de esa variedad es donde se incluye los padres, los hermanos y los cuñados. La familia, tiene tendencia a meterse en las relaciones de pareja no tanto por la familia, sino por el permiso que la propia pareja da de manera consciente o inconsciente a la famila. Las mujeres y los hombres, suelen utilizar a los padres de consejeros de pareja y desde ese lugar, la objetividad se pierde, porque cada padre mira por su hijo aunque esté equivocado. De ahí que si la familia se mete es porque se le da permiso para ello. El amor y su pérdida es otra de las grandes causas por las cuales una pareja fracasa. Nadie nos enseña a amar y lo que aprendemos, lo aprendemos de los padres, de ahí la importancia de analizar las relaciones familiares individuales cuando surje una crisis por la falta de amor. La pareja cuando no establece un vínculo amoroso nuevo, suele repetir los modelos aprendidos de la familia. Pero lo que sirve a unos, no sirve a otros y cuando el amor fracasa, la pareja también fracasa. El deseo y su relación con las manifestaciones infantiles de la sexualidad es una de las causas que más desórdenes produce en las relaciones de pareja, ya que la sexualidad en la pareja suele tener connotaciones inmaduras que guardan relación con aspectos insconscientes de la personalidad y que deben ser tratadas con el método psicoanalítico para resolver el conflicto actual. Los trastornos sexuales dentro de la pareja no dejan de ser más que los mismos trastornos que hubieron de generar conflictos en la época de la pubertad y de la adolescencia. Los problemas de comunicación guardan relación con conductas familiares, también aprendidas y que se reproducen de manera inconsciente a la perfección. El silencio no deja de ser más que una manifestación del sometimiento y el sometimiento es una proyección del masoquismo, una variante de la sexualidad perversa. De ahí que callarse y someterse sean dos varias de la sexualidad. Gracias a Dios, el psicoanálisis analiza y descubre que lo que le ocurre a las parejas en sus crisis no son mas que crisis de inmadurez, con las relaciones familiares, con el amor familiar, con el deseo infantil y con inmadurez a la hora de hablar. Todos estos y muchos mas problemas que aparecen en las pareja, tienen solución. Y cambiar de pareja, no sirve si el problema no se ha resuelto, porque se volverá a repetir con la próxima pareja.

domingo, 14 de noviembre de 2010

lunes, 1 de noviembre de 2010

EL MALTRATO EN LA PAREJA

El maltrato en la pareja tiene una lógica desde el punto de vista inconsciente. Las parejas se forman en base a complejos procesos de identificación que guardan relación con las experiencias afectivas vividas durante el periodo infantil y adolescentes. Hasta ahora, en todas las parejas que existe algún tipo de maltrato, ya sea físico o psíquico, se ha podido encontrar a nivel inconsciente, una base afectiva familiar deteriorada. Tanto en el caso del hombre como en la mujer, el perfil de maltratador o maltratado guarda relación con la relación vivida con la figura del padre y de la madre. El niño es una esponja que absorbe todo lo que ve durante sus primeros años infantiles. Tanto es así que todo lo que ve y aprende, luego lo repite. Lo interesante de todo esto, es ver que en una pareja que existe maltrato, siempre podemos encontrar una base patológica mental que tiene que ser tratada por especialistas adecuados. Niños con madres agresivas, adolescentes con padres dictadores, son un claro ejemplo de procesos de identificación, donde luego de adulto, de manera inconsciente se vuelve a buscar y a repetir los modelos de identificación familiar. El odio del niño hacia la madre puede desplazarse a odiar a las mujeres y de ahí, el perfil del maltratador. La existencia de un padre maltratador como modelo masculino, hace que una mujer inconscientemente encuentre en su vida dicho modelo en otros hombres. De ahí que una pareja que se maltrata, aunque se separen, volverán a caer en los mismos tópicos identificativos. Por esta razón, el psicoanálisis viene a plantear que el problema actual de los maltratos en la pareja, debe ser tratado desde el punto de vista de la patología mental, pues son perfiles infantiles que se repiten en la edad adulta pero con consecuencias desastrosas. De ahí, la necesidad de una intervención terapeutica para evitar el deterioro físico y psíquico de la relación de pareja.


domingo, 24 de octubre de 2010

CEDER O NO CEDER

Nadie está en posesión de la verdad absoluta, por que la verdad, no existe. Lo que para uno puede ser verdad, no tiene por qué serlo para el otro. Las parejas cuando tienen problemas de comunicación es porque quieren imponer su criterio, su manera de pensar y hacer las cosas. A veces, esto sucede de manera inconsciente y la persona, puede que ni se de cuenta de lo que está haciendo. La pareja son pactos y acuerdos. Dos desconocidos que deciden compartir su vida, deben pasar por un periodo de tiempo para descubrir quien es el otro. El enamorarse es lo que permite que dos personas apuesten por conocerse. En el acto de enamorarse, se suele idealizar al otro. Sin esta idealización nadie podría acercarse a nadie. De dicho acercamiento, surgen los primeros lazos libidinosos que permiten la aparición de sentimientos tales como la confianza o el amor. Una vez establecido el amor, comienza el periodo de adaptación a la forma de ser del otro y justo es en esta etapa donde comienzan los desencantamientos y las decepciones. La otra persona comienza a hablar, a expresarse y a mostrarse diferente. Si en un principio se cedía para favorecer el comienzo de la relación, ahora cada uno comienza a mostrar sus gustos, sus apetencias, sus desavenencias. La pareja ha comenzado a andar. Sin tolerancia es muy difícil establecer las bases de una pareja. No existe una sola relación de pareja que no obligue a cambios. Las personas, cuando no están emparejadas, tienen ciertas libertades y maneras de ser que no siempre son compatibles de compartir con otra persona. Por eso que en pareja se debe estudiar lo que le gusta al otro y lo que le molesta para tratar de adaptarnos en pos de una mejor convivencia. Y cuando digo adaptarnos, hablo de ceder. Siempre hay que ceder a favor de la relación. Cuando no se cede, es por la existencia de un egoísmo, donde no quiero abandonar nada de mi y a la vez quiero que sea el otro el que cambie. Esto no es posible. La pareja obliga a cambios, a ceder, a ser mas permisivo, mas tolerante. Cuando en una pareja se impone el egoísmo, la soberbia y la intolerancia, no tiene buen destino y sí un rápido fin.

domingo, 10 de octubre de 2010

RUPTURAS NO SUPERADAS

NO siempre se superan las rupturas de pareja. Con frecuencia, nos encontramos en la clínica, a parejas que llegan porque entre ellos ha surgido una crisis, donde una de las personas, se da cuenta que no quiere o no está enamorada de la otra persona. Cuando acuden a terapia, el psicoanálisis consigue descubrir que la persona que tiene dificultad para querer, amar o desear, es porque inconscientemente sigue amando y/o deseando a su antigua pareja. Pueden haber pasado uno, dos, diez años y seguir vivo dicho sentimiento a nivel inconsciente, ya que hay situaciones o vivencias que marcan a una persona mas de lo que cree. Podemos decir que más que no estar superada la separación es que no se quiere olvidar el amor o el deseo vivido junto a la expareja. El amor y el deseo, están secuestrado de la realidad y viven en el pasado. De ahí, la importancia de cerrar bien las separaciones o las rupturas. NO son una, sino miles, las personas que una vez separados, no logran rehacer su vida sentimental. No pueden volver a querer a nadie y no es por desconfianza o por dolor, sino por amor hacia la persona perdida, aunque haya sido uno mismo quien haya abandonado a la otra persona. Se puede amar a un fantasma aunque no viva entre nosotros, pues lo que permanece es el recuerdo de lo vivido. Incluso, situaciones donde ha habido maltrato o turbulencias afectivas, a nivel inconsciente se puede seguir queriendo a la persona que hizo sufrir. Todo esto tiene una explicación, ya que las primeras experiencias amorosas unido a las experiencias sexuales, cuando son de calidad, el recuerdo del goce experimentado es capaz de aumentar la tolerancia hacia la persona que luego es causa de dolor. Siempre se piensa que las personas van a cambiar y si no se hace un trabajo terapeútico, nadie cambia por sí mismo. De ahí, que duren tanto a veces las relaciones que no funcionan. Se espera el milagro de un cambio que no acontece. La terapia del psicoanálisis es todo un descubrimiento para comprender el mundo de la pareja. Siempre hay una causa inconsciente que es la explicación de cualquieR problema.

domingo, 26 de septiembre de 2010

PSICOANALISIS PARA LAS CRISIS DE PAREJA

Las crisis y rupturas de pareja no se pueden entender si no se profundiza en el estudio de la parte inconsciente de la personalidad de los integrantes de la misma.


En primer lugar, se debe estudiar qué es un hombre para una mujer y qué es una mujer para un hombre ya que la mayoría de las parejas no saben la respuesta y tampoco saben si la mujer que necesita un hombre es ella la adecuada y el hombre que necesita una mujer, nunca se sabe si él es o no el adecuado. Lo que podemos afirmar es que ella le pide algo a él y él le pide algo a ella. Ambos se piden, se demandan pero ninguno de los dos sabe ni qué pide ni qué debe dar. Tampoco en las parejas se valora si lo que se dan es lo adecuado o lo apropiado. Es evidente que cuando hay una crisis y una ruptura es porque las expectativas conscientes no coinciden con las inconscientes. De esta manera podemos decir que una cosa es lo que una persona quiere conscientemente y otra cosa es lo que demanda inconscientemente. Por regla general, nunca coincide, ya que la conciencia y la inconsciencia, son dos partes distintas de la personalidad. Con el tiempo, la pareja cambia y muchas veces no se toleran los cambios: bien en la forma de amar o desear. Lo cierto, es que cuando ella cambia, él se siente extraño y cuando él cambia, ella no lo reconoce. Por lo tanto, parece ser que lo que no se tolera en la pareja son los cambios y las transformaciones. No se puede ni amar ni desear siempre de la misma manera y de ahí el error y el encadenamiento psicológico de muchas parejas que viven encadenadas a una forma de pensar lo que es la relación de pareja y cada pareja necesita su modo particular de ser. No existen los modelos perfectos ni estereotipados. Cada hombre necesita un modo de pareja que a veces no es el modo en que la mujer quiere. Lo que existen en pareja, son los pactos, los acuerdos, las decisiones y de ahí, surge el amor, el deseo. No se puede forzar ni a amar ni a desear al otro, ni que lo amen ni que lo deseen a uno. Lo que es cierto y en esto, el psicoanálisis es muy certero, se puede enseñar a la pareja a producir el amor y el deseo, ya que ambos, son producto de un trabajo. Para que te quieran tienes que hacer un trabajo. Para que te odien también. Para producir un deseo en tu pareja o para que te desee, tienes que hacer un trabajo pero para que deje de desearte o para que te rechace también.

lunes, 13 de septiembre de 2010

LA FORMULA DEL AMOR PERFECTA

Existe la fórmula del amor perfecto. Para ello, se necesita que las dos partes implicadas en la ecuación asuman sus diferencias y para ello, la tolerancia es lo que iguala dicha ecuación. La pareja siempre son como mínimo dos más los fantasmas que acompañan a los mismos. Los fantasmas afectivos tanto del hombre como de la mujer guardan relación con las figuras familiares, incógnita que nunca logra despejarse en la fórmula del amor y a su vez, es la clave que facilita que dicha fórmula adquiera su maestría y su precisión. Un psicoanalista, cuando recibe a una pareja que tiene crisis, lo primero que estudia es la relación de espejo que ambos tienen entre sí. La mujer encuentra su imagen en el hombre y viceversa, de manera que las recriminaciones, también tienen que ver con lo que uno se recrimina a sí mismo pero que proyecta en el otro. A parte de esto, ambos proyectan sobre sí y sobre el otro, la relación vivida inconscientemente con las figuras parentales. Mujeres que mantienen con su pareja la misma relación que tuvieron con sus padres. Hombres que mantienen con la mujer la misma relación que con su madre y hermana. Estos y muchos otros fantasmas son los que separan a un hombre y a una mujer en las relaciones de pareja. El psicoanálisis goza de una precisión y de una exactitud a la hora de diagnosticar qué es lo que hay entre ellos que tanto los separa, que una vez que una pareja comienza a psicoanalizarse, hay garantía absoluta de que nunca más serán los que fueron, ya que somos imágenes proyectadas de imágenes que nuestros padres proyectaron sobre nosotros y vivimos una vida que por norma general no es la nuestra, sino una imitación de la que nuestros padres vivieron, aunque sea con sutiles diferencias. Un hombre, una mujer que no pueden ser otros, es porque son víctimas de sus relaciones familiares inconscientes.

domingo, 5 de septiembre de 2010

¿ QUÉ HAGO CON LA EXPAREJA DE MI PAREJA?

Un motivo por el cual consultan muchas parejas suelen ser por los celos que provoca la existencia de una buena relación de expareja. Hombres y mujeres, a veces con hijos y otras veces sin ellos, que una vez separados se siguen llevando bien con su ex-pareja. En más del 90% de los casos, esto es motivo de celos y peleas con las nuevas parejas. Ella no comprende cómo él se sigue llevando bien con su expareja y otras veces, es él quien no comprende porqué ella tiene una buena relación con su expareja. Los celos, son los responsables de esta situación. Hoy día, el psicoanálisis ha logrado que muchas parejas logren separarse de forma armoniosa. Ciertas mentes, no comprenden cómo una persona puede separarse de otra sin odiarla y sin llevarse mal con ella. Hablamos de separaciones adultas, formales, aceptando que cuando las diferencias son insuperables, mejor separarse de manera amistosa, sobre todo cuando hay hijos de por medio. Y también el psicoanálisis ha comprobado que muchas parejas se separan queríendose pero que ya no se desean y eso es otra forma civilizada de aceptar una separación. Recuerdo un caso donde ella, separada y con un hijo, se llevaba bien con su exmarido. Se hablaban varias veces al día, quedaban, iban juntos incluso al cine y mantenían una relación armoniosa. Entre ellos quedaba amor, pero se había extinguido el deseo. El hombre actual de ella, se volvía loco y se desesperaba, porque no comprendía que ella siguiera sintiendo cariño por su exmarido. Hasta que una vez que vienierona terapia, pudo aceptar que existen muchas formas de amor y que a cada persona, se le ama de una manera diferente. La terapia duró casi un año, viniendo una vez por semana. Actualmente, salen juntos, y mantienen una relación afectuosa. Los caminos, del deseo y del amor, a veces son inescrutables. Nunca dejan de sorprendernos. Y afortunadamente, decir, que la terapia de pareja con psicoanálisis, hoy día es una alternativa al odio, a la agresividad, al rencor y a la maldad que se genera cuando una pareja se separa.

domingo, 22 de agosto de 2010

LA PERDIDA DEL DESEO

Llega a consulta un hombre de 30 años. Comenta que desde hace 10 años está emparejado pero desde hace cuatro meses, conoció a otra mujer, con las que se ha visto cinco veces, dos de ellas se han acostado. Viene porque quiere dejar a su pareja, sin embargo, todavía la quiere pero siente que desde hace mucho tiempo, ya no hay ni la pasión ni el deseo que tiene con la nueva mujer en su vida. Está confuso porque no sabe qué hacer. En la segundo encuentro, comienza a darse cuenta que amor y deseo son dos cosas en él diferentes. Cuando ama no desea y cuando desea no ama. ¿Cómo juntar amor y deseo en la misma persona?. A la semana siguiente, viene ella. Plantea que la pasión en su pareja duró un tiempo y se quedó transformada en una relación monótona. Reconoce no haberle dado mucha importancia al deseo y que su amor por él pesa más que el deseo que haya podido generarse o no dentro de su relación.


Este caso, es uno más de tantos, donde una pareja se plantea la separación porque no son capaces de juntar amor y deseo. En ambos, hay un prejuicio con el deseo. Han transformado su relación en una especie de relación madre-hijo, de mucho amor pero ningún deseo y por ahí, ha comenzado a fisurarse su pareja. Planteamos encontrarnos una vez a la semana. La terapia se desarrolla en base a la búsqueda del deseo que ya no existe. Se analizan lo prejuicios, se descubre que hay una moral antigua, clásica en ellos dos que no les permite jugar, comunicarse abiertamente, ser sinceros el uno con el otro. Lejos de hablar, de fantasear, de estimular la aparición del deseo, se encerraron el uno con el otro. Fueron reduciendo sus relaciones y ahora comienzan a ver sus errores. Dejaron de hacer cosas que antes hacían por estar mas cerca y esa cercanía les acabo ahogando. El deseo, dentro de la pareja sobrevive teniendo varias vidas dentro de la vida de pareja. Un hombre que abandona sus hobbies, sus amigos así como una mujer de deja sus cosas por emparejarse, nunca funciona. La pareja debe ser suma. Lo que lleva a la desaparición del deseo, es cuando se cortan las relaciones con el mundo. Ahí vienen las crisis y el lento agonizar de la pareja. La pareja se aísla por una cuestión de celos. Para no sentir celos, abandonan la relación con el mundo pero cuando desaparecen los celos, también desaparece el deseo dentro de la pareja.

domingo, 15 de agosto de 2010

LA EFICACIA DEL PSICOANALISIS EN LAS CRISIS DE PAREJA

El psicoanálisis resuelve todas las crisis de pareja. Para ello, sólo se necesita la disposición de la pareja a resolver su conflicto. Cuando una pareja llega al psicoanálisis, se realizan unas entrevistas previas para diagnosticar la causa que está llevando a esa pareja al fracaso. Lo que podemos afirmar es que en las crisis de pareja, la responsabilidad es de los dos. Las parejas están formadas por pactos y cuando se llega a un deterioro es porque ya se ha recorrido un camino de errores, permisiones que han llevado a la pareja al deterioro. La terapia de pareja puede ser conjunta o por separado. Cuando las dificultades de comunicación son máximas, es mejor trabajar con la pareja por separado. Cuando toleran la comunicación, lo mejor es verlos simultáneamente. En las crisis de pareja siempre se hallan la ideología familiar que suele ser la causa en la mayor parte de las crisis del deterioro comunicativo. La ideología puede ser la inadecuada para esa pareja, porque la forma en que fueron educados el hombre y la mujer puede ser poco apropiada para esa relación y de ahí, los choques, las peleas y la falta de respeto. El psicoanálisis re-educa a la pareja incorporando otro tipo de ideología mas apropiada para la relación. Logra aumentar el grado de tolerancia entre ellos y aporta una nueva manera de pensar el amor, el deseo, los hijos, el trabajo, la libertad, los celos etc. Es más caro divorciarse que psicoanalizarse. Una terapia de pareja, en casos extremos puede durar un año a raíz de una vez por semana. Ciertos problemas puntuales, se resuelven en seis meses aproximadamente, teniendo siempre en cuenta el interés de la pareja por resolver el conflicto.

lunes, 26 de julio de 2010

LAS MADRES CASTRADORAS

Una madre castrante es aquella que de manera inconsciente anula la autoridad del padre y ejerce una influencia negativa sobre la educación de sus hijos. Suelen ser contemplativas, generosas, dadivosas, amables, serviciales, con espíritu de sacrificio, en resúmen, son las madres que viven por y para los hijos, siendo madre de ellos para toda la vida. Este tipo de madre genera en los hijos unos lazos afectivos ( cordón umbilical ) muy dificiles de cortar, de manera que el desarrollo psicoemocional de los mismos se retrasa porque se produce una fijación del amor y del deseo hacia la madre, provocando un rechazo inconsciente hacia todo hombre o mujer del mundo exterior. Conozco casos de madres castrantes que no les importa que sus hijos enfermen con tal de tenerlos a su lado. Otras son ella mismas las que ayudan a alimentar la enfermedad. Recuerdo el caso de una madre que con tal de tener a su hijo drogadicto en casa, ella misma la compraba y le inyectaba la heroína. En ningún momento se le pasó llevarle a un centro de rehabilitación. Así lo mantuvo a su lado prácticamente toda la vida. Otro caso de una madre que anulando al padre, acostaba a su hijo de 27 años con ella cada vez que el hijo sentía crisis de miedo o angustia. Madres que alimentan a sus hijos hasta los 30 y 40 años, cuando no de por vida, solo por tenerlos cerca. Madres castrantes que anulan a su pareja y se adueñan de sus hijos, haciendo de los mismos, su forma de vida. Este tipo de madres, son las que una vez que los hijos están en tratamiento y mejoran, son ellas mismas quienes los retiran de la terapia, a ver si van a curarse y la van a abandonar a ella. Recuerdo un caso de una madre de traerme a su hijo diagnosticado de esquizofrenía. El caso resultó ser una neurosis obsesiva, que en cuanto comenzó a mejorar, la madre lo retiró del tratamiento por temor a que quitaran a su hijo la pensión de 300 euros. Otro ultimo caso consistió en una madre castrante y viuda que no le importaba que su hijo con 35 años estuviera enfermo de neurosis de angustia, porque así la cuidaría cuando ella fuera vieja. Es complejo el mundo de la madre. Tanto es así que la mayoría de los trastornos mentales tienen que ver con madres excesivamente protectoras y padres prácticamente anulados por una madre posesiva.

domingo, 11 de julio de 2010

HOMBRES MALTRATADOS

Hablar de violencia de género ha permitido que haga su aparición ciertas patologías dentro de la pareja. El maltrato no siempre es hacia la mujer. También puede ser de la mujer hacia el hombre. Por norma general, el perfil de hombre maltratado es un perfil caracterizado por una personalidad muy dependiente de la mujer y de sus hijos. Suelen ser hombres que no han tenido muchas experiencias con otros mujeres, que se dedican a trabajar, son contemplativos, generosos y hasta cierto punto pasivos en su forma de vivir la relación de pareja. Hacen todo lo que la mujer dice, no rechistan, callan para evitar discusiones y no fomentan la violencia verbal. La pregunta que nos hacemos es porqué este tipo de perfil masculino puede generar impulsos sádicos en la mujer. La respuesta tiene que ver con que las mujeres también tienen deseos sádicos que muestran hacia su pareja y que son fuente de satisfacciones inconscientes. Estudiando a este tipo de mujeres, se halla en ellas un porcentaje alto ( 78%) de haber padecido una relación hostil y agresiva hacia la figura materna. Estas mujeres siempre tuvieron una actitud rivalizante con la madre, opositora y rebelde que fue fuente de malestar dentro de la relación madre-hija. Con los años, dicha relación se relativiza o incluso se agudiza y es muy normal que la mujer desplace la mala relación que tuvo o tiene con la madre a la figura del marido de manera que toda su rabia y toda la ira que sentía o siente hacia la madre, la desplaza en la figura del marido. El psicoanálisis es una poderosa herramienta que permite descubrir este tipo de acciones dentro de la pareja. Un hombre maltratado en el fondo no deja de ser una madre maltratada para la mujer-hija maltratadora. Cuando se da este tipo de patología dentro de la pareja, lo mejor es comenzar una terapia de pareja con un psicoanalista. Si la mujer no acepta su papel de maltratadora, el hombre debe comenzar un tratamiento psicoanalítico para que a través de él, se produzca la modificacion en su relación de pareja.

domingo, 27 de junio de 2010

DEPRESION Y SEPARACION

Un hombre decide separarse porque afirma no querer a su mujer. Con la separación le surge una tristeza que lo embarga día a día y piensa que se ha equivocado. Pide volver y la mujer le acepta. Un año después vuelve a pasar por el mismo proceso. Esta vez acude a un psicoanalista. En la primera sesión, el especialista se da cuenta que el paciente está bajo un proceso de depresión. Desde hace dos años ha ido perdiendo el interés por todo aquello que era su vida, incluido mujer e hijos. El trabajo ha dejado de generarle placer y acaba achacando su estado de tristeza a la pérdida de amor hacia su mujer. En posteriores sesiones se confirma que el paciente padece de depresión, estado que le ha ido haciendo perder el interés por todo aquello que formaba su vida. Con frecuencia nos encontramos parejas que se separan aludiendo a una pérdida de amor o de deseo. Cuando esto sucede, debemos descartar que la persona no se haya bajo una depresión enmascarada. La depresión hace perder las ilusiones, el amor, el deseo hacia la vida. Como no se sabe el origen de la misma - ya que la causa es inconsciente- se piensa que la tristeza tiene que ver con haber perdido el amor hacia la otra persona y es al contrario, la depresión ha retirado el interés por la otra persona y por el resto de cosas, es decir, que la depresión ha sido la causante de la pérdida del amor y del deseo. No es fácil llegar a este diagnóstico, ya que las manifestaciones de un estado depresivo siempre están enmascaradas. Ante una separación de pareja por las causas citadas anteriormente, se debe descarta la existencia de una depresión, como causa principal de la crisis de pareja.

lunes, 7 de junio de 2010

FRUSTRACION AMOROSA Y NEUROSIS

Un de las causas actuales productoras de trastornos emocionales y de la conducta, suele ser la llamada frustración amorosa. Puede evolucionar a un estado de ansiedad e incluso a un trastorno depresivo. La persona, suele conservar su salud mientras su necesidad de amor está satisfecha por una persona y contrae un trastorno emocional cuando pierde a dicha persona y no encuentra un sustituto de la misma. La felicidad coincide aquí con la salud y la desgracia con las neurosis. Por tanto, la posibilidad de enfermar comienza con la abstinencia amorosa y sexual. La frustración ejerce una influencia patológica ya que provoca un estancamiento de la libido sexual y amorosa, sometiendo a la persona a una prueba de aguante consistente en ver cuánto tiempo podrá resistir tal incremento de tensión emocional y qué caminos elegirá para descargarse de ella. Algunas personas logran resolver dicho cuadro, poniendo su interés en otra persona. Sin embargo, otras personas, se quedan estancada, detenidas en la pérdida y a partir de ahí, su estado mental comienza a declinar de manera preocupante. Cuando se pierde a la persona querida o deseada, la persona cae en un estado de tristeza que cuando se prolonga en el tiempo, puede evolucionar a un estado de melancolía. Dicho estado se caracteriza por la falta de interés hacia el mundo exterior, hacia las nuevas relaciones, aparece un reproche de la persona hacia sí misma por no haber sabido cuidar a la persona perdida. Cuando la persona es abandonada, pueden aparecer sentimientos de venganza que a su vez hacen sentir mas culpable a la persona. El estado de melancolía puede generar ideas de suicidio, lo que le hace ser un estado mental harto peligroso. La persona no ha sabido aceptar la pérdida y todo el interés que antes tenía hacia la persona querida, se transforma en una mirada hacia su interior. Aparece por tanto un conflicto que la persona no logra resolver por sí misma, lo cual hace necesario una intervención terapéutica antes de que pueda producirse un desenlace fatal.

domingo, 23 de mayo de 2010

CRISIS DE LOS CUARENTA

Podemos hablar de una verdadera crisis de personalidad en el hombre con la llegada a los cuarenta años. Hasta los cuarenta, la vida se vive sin tiempo, es decir, las personas pueden “ permitirse” perder el tiempo, ya que es algo inconsciente que no se da uno cuenta hasta que con el cambio de década, una alarma suena en el interior y pone a la persona en sobre aviso. Con la entrada en los cuarenta, el hombre se da cuenta que su vida avanza, que está mas cerca de los cincuenta que de los treinta y lo que no realice en los próximos diez años puede condicionar negativamente los diez siguientes. Como el hombre no puede imaginarse un ideal de porvenir, tiende a creer que para cambiar tiene que cambiar de pareja, de vida, de trabajo y de sexualidad. De ahí que muchos hombres con la entrada en los cuarenta, se separan, se apuntan a un gimnasio, ligan por internet y quieren vivir como veinteañeros. Grave error. La vida es un no volver a atrás. Sólo se puede continuar adelante y lo que se perdió no se puede recuperar. Se puede vivir de otra manera pero querer vivir lo no vivido, desprenderse de la moral que lo mantuvo en esa forma de vida es querer estropear más que solucionar. La década de los cuarenta es una década maravillosa para todo hombre si aprende a vivirla y para ello, el psicoanálisis enseña cómo hacerlo. No se puede cambiar de vida porque siempre se vuelve a lo conocido. ¿De qué sirve abandonar a la pareja, si al final acabarás con otra?¿ Todos los problemas de un hombre de cuarenta se reducen a ligar mas con chicas jóvenes y guapas? Esto es reducir mucho el tema. La crisis de los cuarenta tiene que ver con inseguridades del hombre que no resolvió cuando tenía veinte y treinta y que las va a seguir teniendo si no cambia su manera de pensar. ¿ De qué sirve cambiar de escenario si siempre se es el mismo actor? No sirve de nada, es volver a repetir. Por eso que ante una crisis de pareja ocasionada por el cambio de década o edad, se debe acudir a un psicoanalista para reforzar los aspectos inseguros de la personalidad.

lunes, 10 de mayo de 2010

RELACIONES VIRTUALES

Internet ha supuesto en el mundo de las parejas una fuente de verdaderos conflictos. Actualmente acuden a consulta muchas parejas que han iniciado una relación afectiva a través de la red y las ha puesto al borde de la ruptura. En todas estas personas, hemos hallado una búsqueda de algo que le faltaba en su vida sentimental. Muchas de estas mujeres u hombres, reconocen la necesidad de hablar o entablar una relación virtual para sentirse acompañados o tener un estímulo afectivo nuevo en su vida. Sin embargo, no se entiende por qué se hacen descubrir por su pareja. Puede haber detrás de todo esto un sentimiento moral de culpa que lleva a la persona a descubrir su secreto pero también es un modo de llamar la atención sobre la otra persona para mostrar un problema que hay en la relación y que no se había podido expresar hasta ahora. Ambos casos son válidos. La pareja con el tiempo, acaba entrando en una dinámica de quietud que acaba ahogando el deseo y la pasión. El amor pasa a cariño pero el deseo, busca nuevos caminos de expresión y de ahí la ilusión que genera la aparición de una nueva relación aunque sea virtual. Este tipo de descubrimientos, lleva a la pareja a expresar su crisis y a retomar aspectos de la misma que se habían abandonado, volviendo a generarse nuevas promesas de salvación. Por un lado, la supuesta infidelidad aviva de nuevo la llama de la pasión pero si no se sabe manejar puede ser causa de mayores problemas. El ser humano busca contínuamente lo nuevo y dentro de una pareja debe aprenderse a generar otros espacios, otras conversaciones, otras ilusiones o sino, el camino del hastío acaba vulnerando la estabilidad de la pareja.

domingo, 2 de mayo de 2010

CUANDO EL HIJO ABSORBE LOS PROBLEMAS DE PAREJA

Existe una modalidad de agresividad e hiperactividad infantil que no deja de ser la manifestación nerviosa del niño frente a los problemas de pareja. Ciertos niños que llegan a consulta, suelen ser el reflejo de la situación personal de sus padres. Normalmente, los niños son muy sensibles a las crisis de la pareja, ya que al no poder hablar y expresarse como un adulto, suelen somatizar las tensiones de sus padres a través de una nerviosidad, que se manifiesta mediante ansiedad, angustia, miedos, obsesiones, hiperactividad, trastornos alimenticios, del sueño, etc.. Por mucho que los padres intenten que los hijos no padezcan de sus problemas, de manera inconsciente, terminan transmitiéndoselos. Como padres, debéis saber que los problemas de los hijos, suelen ser el reflejos de vuestros problemas, por eso siempre es necesario hablar con los padres y analizar el entorno familiar, para no diagnosticar equivocadamente un trastorno infantil. Lo interesante del psicoanálisis es que cualquier conflicto de pareja, con repercusiones en los hijos, tiene rápida solución siempre que los padres estén dispuestos a colaborar. Ceder en beneficio de la pareja y de los hijos es mejor que romper una estructura familiar ya creada. No querer ceder, no deja de ser una actitud soberbia que a la larga perjudica mas que beneficia.

domingo, 25 de abril de 2010

EL SOMETIMIENTO DENTRO DE LA PAREJA

Existe una tendencia humana a hacernos dependientes de los demás, sobre todo en las relaciones amorosas, tendencia inexplicable desde la razón pero explicable desde la parte inconsciente de la personalidad. Dicha dependencia puede caer en el servilismo e incluso en el sometimiento al otro. El niño, desde su inmadurez física y emocional, necesita esclavizarse a lo que llamamos la función madre, la cual evita que el niño muera. Una vez crecido, algo en él reconoce, en calidad de deuda simbólica, que debe su vida a esa o esas personas que lo han cuidado y que gracias a los mismos, ha podido sobrevivir a su propia impotencia. De aquí surgiría la primera dependencia dentro de las relaciones de pareja: buscar la primitiva relación materna que tanto bienestar produjo en los tiempos prehistóricos de la infancia. Una segunda dependencia o sometimiento es al amor del otro. Sentirse amado es posiblemente el sentimiento que mas seguridad da a una persona. También en el desarrollo psicoemocional del niño, es importante el sentimiento del amor, que se juega del padre y de la madre hacia el hijo. En el llamado Complejo de Edipo, se resuelven las identificaciones con el padre y con la madre para afrontar la relación con los hombres y con las mujeres. Esta dependencia tiene que ver como cada persona haya resuelto la desvinculación amorosa hacia el padre y la madre. Dependiendo de lo intensa que haya sido, así se vivirá luego en pareja, es decir, se buscará un modelo de amor basado en lo anteriormente vivido, tanto si se vivió como falta o como demás. Un tercer modelo de dependencia es a lo sexual. El goce frente a las primeras relaciones sexuales también se hace dependiente hacia la persona que lo propició, de ahí que no se tolera su pérdida y ante la posibilidad de ello, la persona es capaz por celos de acabar con la otra persona a verla gozar o dar goce a otros.

domingo, 18 de abril de 2010

" TU PADRE ES TONTO "

Con frecuencia nos encontramos parejas donde la mujer, frente a los hijos, adquiere un rol tan dominante, que logra eclipsar a la figura del padre. Este tipo de madres, denominadas castrantes, acaban provocando verdaderos desesquilibrios en el desarrollo psicoemocional de sus hijos, porque a parte de ser absorbentes, tienen muy confundidos los valores educativos sobre los mismos. Se creen dueñas y señoras de sus hijos, los hacen madre-dependientes, no les importa que los hijos desarrollen un grado inferior de inteligencia, con tal de que se queden en casa haciéndola compañía. Suelen ser muy protectoras y viven solo y para sus hijos. Y en todo esto, ¿ el padre, dónde queda? En ningún lugar, pues para este tipo de mujeres, el hombre es un cero a la izquierda, que ellas mismas se encargan de anular y desprestigiar incluso delante de los hijos. Tal es así que los denigran, los infravaloran, los insultan delante de los mismos. En una palabra, los anulan. Cuando la figura del padre está anulada por una madre posesiva, los hijos terminan desarrollando un perfil esquizofrénico y de psicópata. Numerosos estudios llevados a cabo han demostrado que más de 9 de cada 10 jóvenes con algún problema de adicción, tienen una madre excesivamente protectora y un padre anulado o bien muy permisivo. Cuando la figura de la madre es excesiva y la del padre insuficiente, con toda seguridad, tenemos la fórmula perfecta para que el hijo salga un desequilibrado mental. La pregunta es ¿ qué puede llevar a una madre a anular a la figura del padre, aunque esto conlleve la enfermedad mental de su hijo?. Su propio egoísmo.

domingo, 11 de abril de 2010

LA MORAL FAMILIAR EN LAS PAREJAS

La moral familiar puede definirse como el conjunto de preceptos y normas educativas que se transmiten de generación a generación y son las bases sobre las que se sustenta una buena parte de la personalidad. Cuando hablamos de moral, debemos hablar simultáneamente del complejo de culpa. La moral es del orden de lo que está bien y mal; parámetros que normalmente rozan la subjetividad pues lo que es bueno para una persona no tiene que serlo para otra y viceversa. Tal es así que la moral familiar es algo propio de cada familia y esa moral, ese concepto del bien, del mal, en relación a la educación, a la convivencia, al modo de relacionarse con el mundo, son los parámetros con los cuales las personas se educan y desarrollan su modo de vivir. En el mundo de la pareja, siempre nos vamos a encontrar con varias morales, de manera que la mujer suele tener su propia moral familiar y el hombre la suya. A veces, en algunos aspectos coinciden pero en otros discrepan. De hecho, si nos paremos a pensar, todas las discusiones de pareja, así como los problemas en la educación de los hijos, en la manera de comunicarse, etc., son conflictos o choques de moral. La mujer tiene a veces, una concepción de lo que es bueno o malo distinta al hombre. Y al hombre le suele pasar lo mismo. Sin embargo, quiero llamar la atención y recalcar, que siempre que una pareja tiene problemas dentro de ella, ya sean de comunicación, sexuales, discrepancias educativas con los hijos, etc., debe analizarse individualmente la moral familiar existente en ellos, porque la experiencia así lo constata: todos los problemas de pareja, son discrepancias morales. Un psicoanálisis de la moral, permite reajustar este concepto o concepción de lo que es el bien o el mal, lo bueno o lo malo para uno mismo y para el otro. Gracias.

domingo, 4 de abril de 2010

SEXUALIDAD Y PAREJA

Los problemas sexuales dentro de la pareja tienen su origen en dificultades comunicativas dentro de la pareja. Estas dificultades suelen ser inconscientes, de manera que muchas parejas dicen llevarse bien pero en la cama no funcionan. Esto guarda relación con cuestiones existentes en el inconsciente de la pareja que está actuando en contra de la misma. Una pareja se elige bajo modelos familiares. Es decir, los patrones educativos, la figura del padre, de la madre, de los hermanos, la ideología familiar, etc., determina la elección de pareja, por lo tanto, no existe una pareja que no tenga una relación inconsciente con algún modelo familiar. Y las relaciones familiares, siempre son ambivalente. Se amorodia continuamente al padre, a la madre, a los hermanos. Y de este amorodio inconsciente, surgen las dificultades comunicativas dentro de la pareja. Ellos no saben a quien hablan o desde donde hablan. Palabras que se callan, pactos inconscientes de silencio, muestran que la pareja está tocada por la relación que cada miembro haya tenido con su propia familia. Y de ahí que surjan dificultades comunicativas inconscientes que alteran la dinámica de la pareja, en especial la vida sexual de la misma ( CONTINUARA )

domingo, 28 de marzo de 2010

ROLES DOMINANTES EN LA PAREJA

Es frecuente encontrarse parejas con los roles invertidos. Mujeres viriles y hombre femeninos. Este tipo de parejas desarrollan problemas diversos, ya que una pareja debe aprender a tener ambos roles y saber en qué momento usarlos. Una mujer, cuando tiene un carácter demasiado viril, acaba anulando a la figura del hombre. Lo mismo ocurre en el hombre, que cuando ejerce un rol machista, la mujer queda sometida. Todas las parejas en principio ceden, sin embargo, con el tiempo van mostrando su verdadero carácter y van ganando terreno a la parte contraria. Llega un momento en que los roles comienzan a ejercerse y lo que comenzó siendo una manera de comenzar, acaba convirtiéndose en un hábito que rigidiza la pareja. Todas las personas saben que la pareja en sí, crea dependencia. Dicha dependencia suele ser emocional o sexual. Cuando las personas se conocen, muestran sus necesidades de manera consciente o inconsciente. La satisfacción de lo que al otro le falta, produce una especie de felicidad o goce sobre el cual nace la dependencia. Cuando una persona ofrece a otra algún tipo de satisfacción, se tiene temor a perderla porque no hay seguridad de volver a encontrar algo parecido y de aquí el sometimiento al rol de la otra persona. Es fácil encontrar hombre sometidos a una dependencia amorosa con respecto a la mujer y mujeres sometidas a una dependencia sexual respecto al hombre. Esta y otras variantes de sometimiento, se producen por el grado de dependencia creado dentro de la pareja. El sometimiento, a la larga, produce malestar. Se puede vivir más apaciblemente dentro de la pareja. Para ello, hay que resolver la inseguridad que muchas personas tienen a perder a la parte contraria y sentirse en soledad. Crear un modelo nuevo de pareja, siempre es posible. Hallar la felicidad es también una decisión.

lunes, 22 de marzo de 2010

CRISIS DE PAREJA ¿ COMO CONTINUAR ?

Muchas crisis de pareja se producen cuando vividas ciertas etapas de la misma, no saben cómo continuar. Numerosos hombres y mujeres, entran en crisis consigo mismo debido a no tener ideales de porvenir. Digamos que socialmente, la vida de la pareja está programada: trabajo, casa, hijos. Y cuando los hijos llegan a una cierta edad donde van abandonando el hogar, la pareja se enfrenta a uno de los momentos más decisivos: el sentido de su vida como pareja. Estas personas se sienten detenidas, estancadas, sin saber hacia dónde moverse o dirigirse porque no logran hallar el sentido de la continuidad a su vida personal y de pareja. Comienzan a querer vivir una juventud que no se corresponde con la edad actual, queriendo vivir situaciones o momentos, que dicen no haber hecho y para ello, creen que se tienen que separar. El psicoanálisis viene a enseñar a la pareja que se pueden construir varias vidas dentro de la vida, porque todos los obstáculos así como el potencial que puede desarrollarse, está dentro de las personas. Anoche, en una cena, estuve conversando con una pareja. Después de hablar casi una hora, el rostro de ambos se había iluminado porque se habían dado cuenta que cambiar es también una decisión. Me preguntaron por aquellas parejas donde uno de los dos no quiere cambiar. Yo le expliqué que cuando alguien no quiere cambiar es porque se halla deprimido y lo primero que tiene que tratarse es la depresión existente para luego tratar el problema de pareja. Es más habitual de lo que parece, que dentro de una pareja, uno de los dos, se halle deprimido y tras la oposición al cambio, subyace un problema que tiene que ver con el estado de ánimo.

domingo, 14 de marzo de 2010

LOS HIJOS TAPADERA

Una pareja en crisis puede caer fácilmente en derivar sus problemas hacia los hijos. Con frecuencia, muchos jóvenes e incluso niños que llegan a terapia, no dejan de ser más que la tapadera de los problemas de sus padres. Estos hijos, suelen absorber la problemática de los padres y comienzan a tener problemas en los estudios, muestran agresividad, caen en el consumo del alcohol o las drogas e incluso en la delincuencia común. En el fondo, todas estas manifestaciones tienen que ver con sus padres. Los hijos, son muy sensibles a los problemas de la familia, de manera que suelen canalizarlos a través de ellos mismos. Por eso, muchas parejas, al entrar en crisis, entran simultáneamente en crisis uno o varios hijos. Nos preguntamos que si las crisis de pareja puede afectar el desarrollo psicoemocional de los hijos. La respuesta es afirmativa. Por esto mismo, aconsejamos que las crisis de pareja se traten y se resuelvan en el lugar indicado, es decir, dentro de un marco terapéutico.

domingo, 7 de marzo de 2010

ALCOHOLISMO Y PAREJA

El alcoholismo, sigue siendo una causa importante de crisis dentro de una pareja. No todas las parejas acuden a una terapia cuando detectan que existe dicho problema. Solo cuando el deterioro de las mismas es severo, suelen separarse o buscar ayuda. La figura del hombre alcohólico sigue siendo la que mayor porcentaje ocupa frente a la de la mujer alcohólica, cada día más en auge. La pregunta que nos debemos hacer es sobre si la pareja fomenta el alcoholismo o el alcohólico se formó fuera de la pareja. Podemos responder que las dos cosas son verdaderas. Personas que ya tenían una dependencia al alcohol antes de tener pareja y personas que dentro de su experiencia de pareja, encontraron un refugio en el alcohol ante su soledad en compañía. NO existe una sola causa que lleva a una persona al uso de este tipo de droga. El problema es estructural y tiene una base infantil. La persona alcohólica tiene un trasfondo de inseguridad que ya mostró en su más tierna adolescencia. Dicho sentimiento de carencia le hace buscar refugio primero en la pareja y cuando no encuentra en la misma la satisfacción de sus deseos amoroso, busca en el alcohol paliar sus sentimientos de frustración. La variante: carencia afectiva, es una de las variantes más comunes que incita tanto al hombre como a la mujer al abuso del alcohol. Estar narcotizado por dicha droga, no deja de ser una manera de paliar el doloroso sentimiento de frustración que acontece cuando la persona experimenta su vida afectiva como carente de amor En próximos artículos seguiremos hablando de las causas más frecuentes que llevan a una persona al uso del alcohol.

lunes, 1 de marzo de 2010

¿ SE ACABA EL DESEO ?

“Estimado Dr. Martinez. Somos una pareja con mas de diez años de convivencia. Tenemos un hijo en común y entre nosotros siempre hubo amor y respeto. Sin embargo, a pesar del enorme cariño que nos tenemos, ambos sentimos que entre nosotros no hay deseo sexual. Hace más de dos años que no hacemos el amor y me pregunto, aunque me respondo a mí misma si es posible el amor sin deseo y veo que es posible. Sin embargo, a veces echo de menos esos encuentros donde mi cuerpo y el de mi marido se fundían y todo era luz y colores entre nosotros. Se puede perder el deseo o con los años el deseo se transforma en otra cosa?”
Estimada: el deseo como tú has dicho nunca desaparece, simplemente se desplaza, cambia de forma, de persona, de lugar, de tiempo. Para que en una pareja como la tuya siga habiendo amor es porque hay un deseo que sostiene ese amor. La cuestión de tener sexo o no, es más bien una cuestión que no siempre tiene que ver con el deseo. No hacer el amor no significa que no haya satisfacción por otra parte y quizás es eso lo que mas te sorprende que a pesar de no mantener relaciones sexuales se mantenga vivo el amor. Posiblemente esa sea vuestra sexualidad y posiblemente sea ahí donde se satisfacen todos vuestros deseos sexuales: en vuestra forma de amaros.

domingo, 21 de febrero de 2010

HAY HOMBRES QUE NO SABEN...

En la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero, se viene investigando el campo de la clínica psicoanalítica desde hace más de treinta años. Dispone de un departamento de investigación y desarrollo ( I + D ) en el campo de la salud mental para hacer diagnóstico más precisos y aplicar los tratamientos adecuados. Desde hace varios años se viene observando un trastorno que afecta mayormente a hombres en edades comprendidas entre los 25 y 45 años. Dicho trastorno se le ha denominado “ Impotencia Amorosa “, dentro del cual se engloban los hombres impotentes para amar o querer. Dentro de su sintomatología podemos encontrar dificultad para establecer relaciones emocionales duraderas, con incapacidad parae mostrar sus sentimientos y frialdad afectiva. Cuando se estudia el inconsciente de estos hombres, se observan que tienen un apego infantil a la figura materna, con relaciones ambivalentes de amor y de odio hacia la misma. En el comienzo de la edad adulta, suelen tener desprecio por la mujer, encontrándo únicamente en ella un interés sexual o de búsqueda de la comodidad. A la larga, suelen perder sus relaciones personales y vuelven a buscar otra para comenzar un ciclo de relación semejante a los anteriormente vividos. Suele ser la mujer quien los abandona, ya que es la primera que detecta una carencia afectiva y amorosa en la relación. Ellos no acusan malestar ninguno y de lo único que se quejan es de haber perdido la comodidad en la que se hallaban sumidos. Este trastorno de la personalidad, tiene que ver directamente con el llamado Complejo de Edipo. Dicho Complejo se caracteriza por la existencia de fuertes lazos emocionales infantiles del hombre hacia la figura materna, de manera que ha quedaddo secuestrada su capacidad de amar en la relación inconsciente que tienen con la madre. El psicoanálisis ayuda a estos hombres a rescatar su capacidad de amar para depositarla en otras mujeres que no sean solo la madre.

domingo, 14 de febrero de 2010

PROBLEMAS SEXUALES DE PAREJA

Numerosas parejas que acuden a consulta por la existencia de problemas en sus relacione sexuales, se descubre que parte de los mismos tiene su origen en un problema de comunicación verbal y/o afectiva. Muchas parejas tienen dificultades para mostrarse los sentimientos, los afectos, de manera que suelen tener carencias afectivas que acaban produciendo carencias sexuales. Es más fácil que una relación sexual se deteriore tras un deterioro de la comunicación. La sexualidad es un estado de equilibrio que guarda relación con el bienestar dentro de la pareja. Cualquier problema que produzca desacuerdos dentro de la pareja, directamente afectará a la vida sexual. Por eso que los problemas sexuales deben tratarse psicoanalíticamente, pues no dejan de ser expresiones de hostilidades que acontecen en la vida de la pareja pero que no se saben gestionar correctamente. Cuando afectos tales como el rencor, el desprecio, la falta de amor, el odio, etc., se viven en silencio o se ocultan, de manera indirecta se expresan con ausencia o con síntomas en la relación sexual. La frigidez femenina o impotencias masculinas se producen también como manifestación del rencor o de la hostilidad hacia el otro. La falta de deseo nunca es verdadera, simplemente el deseo se desplaza hacia el síntoma sexual. Una frigidez puede esconder el deseo de venganza que se satisface en la interrupción o la negación de sexo al otro partenaire. Por ejemplo, la impotencia masculina no deja de ser también, un castigo hacia la mujer al ser una forma de dejarla insatisfecha o frustrada. Todo esto son aproximaciones a la sintomatología sexual en la vida de pareja. Una vez en consultorio, cada pareja es un caso distinto y específico que debe tratarse de manera personalizada.

sábado, 6 de febrero de 2010

INESTABILIDAD EMOCIONAL

Es frecuente encontrarse a personas que tienen dificultades para mantener relaciones estables en el tiempo. Suelen tener relativa facilidad para comenzarlas pero tras un tiempo más o menos breve, las dejan o son abandonadas. Tras un comienzo intenso, donde se entregan en su totalidad a su nueva conquista, no saben cómo mantener dicha relación ni cómo alimentarla, por lo que acaban viviendo el final como una frustración de amor. El problema en estas personas reside en que no saben amar. Se entregan para conseguir el amor de la otra persona y posteriormente, su dificultad reside en que piden más que dan. Si estudiamos su personalidad, podemos encontrar un perfil infantil, con grados de inmadurez bastante acentuados. La infancia de estas personas suelen ser feliz y la dependencia afectiva a los padres está marcada por un excesivo apego que les dificulta en la vida adulta, el poder enamorarse de manera madura. Podemos decir que sus relaciones son inmaduras ya que buscan modelos de pareja parecidos a la relación que tenían con las figuras parentales. Su comportamiento es repetitivo. Hay una búsqueda inconsciente en estas personas de sus antiguas relaciones familiares, por eso que nunca encuentran lo que buscan, porque lo que buscan lo tienen ya dentro de ellos por eso que sus relaciones con el mundo suelen ser superficiales y de corto tiempo. Toda su capacidad de amar se halla secuestrada – sin que ellos lo sepan- en la relación que tuvieron con sus padres. Lo normal es que este tipo de personas sufran mucho porque no establecen lazos afectivos duraderos con nadie y al final se quedan solos, en compañía de sus amores infantiles: su familia.

domingo, 31 de enero de 2010

LA SEXUALIDAD EN LA PAREJA ACTUAL

Si observamos la moral sexual en las parejas actuales, seguimos encontrándonos modelos clásicos, con algunos brillos de modas temporales. En las parejas, sigue existiendo el modelo clásico de sometimiento y de pertenencia. Algunas, aburridas de sus relaciones sexuales o afectivas, buscan emociones en intercambios, amantes temporales en un afán de no languidecer. Sin embargo, con el tiempo, lo que buscan no es lo que encuentran y tras un vagar de cuerpo, en cuerpo, de amor en amor, siempre se plantean qué falla en su vida de pareja. La sexualidad de la pareja, tiene altibajos porque las relaciones de pareja, suelen estar tocadas por una concepción infantil de las relaciones humanas. Con el tiempo, los hombres y las mujeres se acaban pareciendo cada vez más a los modelos infantiles que vivieron y reproducen los mismos pero de manera inconsciente, con las consecuencias que ello conlleva. El hombre tiende a reproducir con la mujer la relación de amor/odio con la madre y la mujer acaba reproduciendo la relación amor/odio con el padre y con la madre. La sexualidad del hombre, se constituye de manera diferente a la de la mujer. Lo cierto es que en el desarrollo psicosexual de la mujer, hay más posibilidades de accidentes psicológicos, tal que la mujer puede quedarse “ pegada” a la sexualidad de la madre y no salir de esa relación de espejo. Cuando esto ocurre, sus relaciones de pareja van a estar influenciadas por la ideología materna y por la lucha que la niña-mujer mantiene por salir de esa imagen en la cual queda atrapada. Esta circunstancia hace que la mujer viva su sexualidad de manera culposa porque cuando esto ocurre, la mujer no tiene cuerpo, porque su cuerpo está atrapado en el cuerpo de la madre. Esto le lleva, entre otras cosas a tener trastornos con su sexualidad: incapacidad para amar a un hombre, falta de orgasmo u orgasmos retrasados y a destiempo, frigidez, etc. ( Continuará )

lunes, 25 de enero de 2010

¿ ESTAS SIEMPRE DE MAL HUMOR ?

Hay un cierto tipo de personas que tienen un carácter malhumorado permanentemente. En su rostro se dibuja el surco nasolabial hacia abajo y la sonrisa brilla por su ausencia. Se suelen quejar por todo, nada les parece agradable, critican absolutamente todo, son poco amigables y amigos de la soledad. En su foro interno, este tipo de personas están peleándose continuamente con el mundo, todo les parece desagradable y se les suma un cierto toque pesimista sobre el sentido de su propia vida. Freud, analiza el carácter de estas personas y la causa de su mal humor continuo tiene su origen en un sentimiento de insatisfacción infantil al cual, quedaron unidos y del cual no han logrado desprenderse. Si investigamos en su historia familiar, podemos hallar que dicho sentimiento de insatisfacción tiene que ver con una demanda amorosa que en su momento fue frustrada por el nacimiento de un hermano o por el nacimiento de los celos. El grado de insatisfacción amorosa es en relación con la figura de la madre. Estas personas, tuvieron un apego muy intenso hacia la misma pero circunstancias adversas les separaron de ella, quedándole al sujeto un intenso sentimiento de insatisfacción y frustración. Dicha falta afectiva no lograron superarla y desde la adolescencia, ya se puede ver el permanente estado de frustración junto a una intensa actitud afectiva basada en reproches hacia la figura de la madre. Con los años, dicho sentimiento de insatisfacción se acentúa hasta dirigir prácticamente la vida del individuo. Toda su vida, sus relaciones, su trabajo etc, está tocada por el mal humor ocasionado por el sentimiento de insatisfacción. Podemos decir que algo del desarrollo de esta persona no ha madurado y se ha quedado estancada en estadios infantiles, viviendo su realidad actual como si aún viviera en los años de la infancia. Por regla general sufren bastantes, ya que nada ni nadie puede satisfacer su falta de cariño materno y cuanto más se les da más insatisfechos se sienten porque el primer amor perdido de la madre, dejó en ellos un sentimiento de falta que les obliga a buscarlo durante toda su vida sin encontrarlo. Lo mejor es que se psicoanalicen y así puede madurar esa parte inmadura de su personalidad.

PAREJAS OBSESIVAS

Existe un cierto tipo de personas que en pareja, pueden comportarse obsesivamente. Desde el punto de vista de la psiquiatría, se denomina Trastorno Límite de la Personalidad, definiendo como tal a personas muy dependientes emocional y sexualmente de la parte contraria, inseguras, indecisas, fácilmente manipulables, temerosas de perder a la persona que quieren y con ciertos rasgos de agresividad que pueden desencadenar en una celopatía dañina. Investigando en este tipo de personas, observamos que tienen una personalidad marcadamente infantil, la cual les hace vivir su relaciones de pareja, de manera muy parecida a la vivida con sus padres durante los primeros años de su infancia. Cuando se separaron de los padres, algo no lograron madurar, ya que vivieron dicha separación como un terremoto en su personalidad, de manera que en la edad adolescente y adulta, les hace buscar una persona a la cual ligarse afectivamente, entregándose al cien por cien desde el primer encuentro, dando muestras de fidelidad y cordialidad que no se corresponden a la realidad. Este tipo de personas, sufren y mucho porque imaginan que pueden ser abandonado y cualquier demora con el tiempo, les hace pensar lo peor: que están con otra persona o que ya no les interesa. Pueden volverse no solo obsesivos, sino un poco paranoicos, llevándoles a seguir a la otra persona, a ponerla un detective, a investigar las cuentas, el teléfono etc... Con el tiempo acaban reconociendo su malestar y terminan acudiendo a buscar ayuda a un especialista porque sienten que vivir así es un infierno.

domingo, 17 de enero de 2010

LA PAREJA Y LA FAMILIA

Hace años, cuando comenzaba mi actividad como psicoanalista, siempre que atendía a una pareja en crisis, me sorprendía el diálogo de sordos que mantenían entre ellos. Con los años, estudiando y profundizando en el mundo de la pareja llegué a comprender que cuando una pareja no logra comunicarse o están todo el día discutiendo es porque no se están hablando entre ellos, sino que hablan y reprochan a los fantasmas familiares que cada uno tiene en su interior. Esto significa que toda pareja busca de manera inconsciente un modelo de pareja muy parecido al modelo de sus padres o en relación a la relación vivida con el padre y con la madre. Incluso siendo los padres un modelo poco ejemplar, también es fácil estar identificado a ellos inconscientemente. Tal es la influencia que toda persona recibe de sus padres que luego, en la pareja, es fácil repetir el modelo afectivo y emocional vivido. Por esto mismo, nos encontramos que muchas mujeres, repiten con el hombre la relación tempestuosa que tuvieron con su madre, o se buscan hombres alcohólicos o maltratadores como lo era el padre. En el caso del hombre, es fácil que busquen modelos de mujer parecidos a la madre y mantienen con ellas una relación de amor y odio como mantuvieron con su madre. Por lo tanto, la pareja siempre es ella y sus fantasmas familiares, circunstancia que les lleva a malentenderse, a discutir, a no tener comunicación entre ellos, porque realmente más que relacionarse entre ellos, se están relacionando con los modelos ideológicos de su padre y de su madre.

domingo, 10 de enero de 2010

LOS ROLES DENTRO DE LA PAREJA

Cuando una pareja acude a terapia, se acaban dando cuenta la mayoría de las veces que ambos se conocen menos de lo que pensaban. Por norma general, es fácil atribuir un rol a la otra persona y esta aceptarlo. Para una mujer, es fácil el rol de madre de un hombre y para un hombre, el rol de hijo es más fácil de asumir que el de marido o pareja. Con esto quiero decir, que muchos de los roles dentro de la pareja son la continuidad de situaciones familiares ya vividas anteriormente y que se repiten. En el desarrollo humano, la familia cumple un papel determinante, hasta el punto que su influencia perdura toda la vida sobre el sujeto. Tanto para el hombre como para la mujer, la influencia ejercida por sus padres puede condicionar más del 90% el funcionamiento de su pareja. El hombre y la mujer buscan subrogados familiares, de manera que tienden a repetir lo ya vivido. Por eso mismo, la vida de una pareja se acaba pareciendo muchísimo a la vida familiar vivida. Son roles que repiten la estructura familiar, porque las familias, en mayor o menor medida se parecen todas a un modelo establecido que lleva funcionando desde hace siglos. Las crisis de pareja se producen cuando algo de lo familiar se repite, se quiere repetir o no se encuentra en la misma. El fantasma de los padres, nos acompaña siempre, donde se incluye la forma de pensar el amor, las relaciones sexuales, el dinero, la educación de los hijos. Repetimos. El ser humano repite lo que aprendió y cuando no aprende otras formas de pensar su vida en pareja, acaba siendo una fotografía antigua de su familia. Por esto mismo cuando una pareja acude a psicoanálisis, se sorprenden de ver cómo han repetido los roles familiares y eso que sirvió para sus padres, se acaban dando cuenta que no les sirve para ellos. Por lo tanto, cuando una pareja llega a la crisis, el psicoanálisis es esperanzador porque es capaz de construir una pareja nueva y diferente de la que no funcionó.

domingo, 3 de enero de 2010

MALTRATARSE ES COSA DE DOS

Cuando en una pareja hay maltrato, debemos de analizar el tiempo que les ha llevado llegar a ese lugar. La violencia doméstica no es algo que aparece en un primer día. Todos los especialistas coincidimos que una situación de maltrato se gesta en un periodo de convivencia de entre uno y cinco años. Los jueves, fiscales y abogados, comienzan a ser más cautos a la hora de sentenciar a una persona por malos tratos, ya que se están descubriendo que hay muchos intereses asociados tras las denuncias por malos tratos. Cuando se estudia los perfiles psicológicos de una pareja, siempre se hallan índice de patología mental no solo en el maltratador, sino también en el maltratado, lo cual nos lleva a pensar que hay una especie de encaje perfecto, en este tipo de parejas. Los argumentos por lo cuales una pareja justifican su unión y no su separación pueden ser múltiples: hijos, situación económica, casa, afectos, etc. Sin embargo se ha descubierto que las constelaciones psicológicas por las cuales una pareja se mantiene unida a pesar de llevarse mal, tienen que ver con ciertos afectos, sentimientos y deseos inconscientes a veces intolerables para la conciencia. Por norma general, las parejas no saben qué son el uno para el otro a nivel consciente pero sí lo saben a nivel inconsciente. Una mujer no sabe si para el hombre es más madre que mujer y un hombre para una mujer no sabe si es más hijo, padre o madre que hombre para su pareja. Quiero decir que la pareja es el resultado de una unión, de un pacto inconsciente, donde la infancia familiar ha determinado el modo de pensar qué son las relaciones entre un hombre y una mujer. Esta confusión consciente dificulta la comunicación dentro de la pareja, ya que cuando una pareja hablan entre ellos, no saben si se están dirigiendo al otro o al fantasma de la madre, del padre o del hermano. Lo que sí es cierto es que la agresividad dentro de la pareja, siempre es una proyección de la relación que cada uno de ellos mantuvieron con la figura de los padres y de los hermanos. Todo un concierto de fantasmas en plena noche.