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domingo, 12 de septiembre de 2021

Parejas inmaduras que se pelean mucho ¿ por qué?

Cuando estudiamos las relación que tanto el niño con la niña tienen con sus padres, observamos que la relación emocional que se establece con ellos, tiene un fuerte componente sexual que hace que la fijación emocional sea mas intensa. Podemos verlo en el caso de los celos. Cuanto más ligada esté la niña sexualmente al padre asi como el niño a la madre, los celos de la niña a la madre y del niño al padre serán más intensos. Cuando la unión sexual a los padres no es tan fuerte, los celos del niño son sentidos con menos intensidad. Se observa por lo tanto en mujeres y hombres muy celosos que tuvieron un fuerte lazo sexual con algunos o ambos progenitores. Ya sabemos que los celos se origina en base al  sentimiento de posesión, de ahí observamos que cuanto mayor fue el sentimiento de posesión sobre los progenitores, más fuerte será el sentimiento de los celos. 

Observamos que estas uniones de característica sexual perduran en el adolescente y en el adulto sin apenas modificación alguna, de manera que los celos que aparecen en la pareja no dejan de ser manifestaciones de los celos infantiles. Existen celos motivados donde una parte de la pareja da suficientes motivos para despertar los celos en el otro pero la mayoría de las veces, los celos suelen ser imaginarios, hasta el punto que la persona celosa o mejor dicho el niño o la niña celosa, sus celos son motivados por su imaginación, es decir, la misma circunstancia de que pequeño le llevó a sentir celos hacia el padre o la madre. 

Cuando una pareja llega a consulta donde existen peleas continuas motivadas por los celos, descubrimos que existe un componente infantil que no ha madurado y que se manifiesta de la misma manera que en la lejana infancia. Esto nos lleva a descubrir que la mayoría de las parejas son niñas en cuerpo de mujer o niños en un cuerpo de hombre, pero en lo esencial, en lo básico son niños y niñas que todavía siguen sufriendo por lo mismo que sufrían de cuando pequeños en la relación con los padres. 

Sin embargo a nadie nos sorprende ni nos hace pensar en lo inmaduro de una pareja porque es algo que le pasa a la mayoría de los hombres y mujeres. Aspectos de su sexualidad infantil en relación a los padres que no ha madurado y que ahora en la actualidad desplazan en sus relaciones de pareja. 

Las parejas cuanto más pelean mas inmaduras son, lo que nos lleva a pensar que para entender los problemas de pareja primero debemos entender la sexualidad infantil que subyace en cada miembro de la misma. Sexualidad infantil que no deja de ser inmadura, de ahí que no hay nada más trágico cómico que observar con se tratan y cómo sufren las parejas. Sufren como los niños cuando de pequeños sufrían en la relación con sus padres. 

Sin un previo trabajo sobre dicha sexualidad infantil difícilmente se puede rescatar o reconstruir una relación de pareja. Cuanto mas inmadura, mas absurda es la relación de pareja y menos sentido tiene las peleas y las broncas, pero una vez que las analizamos desde la técnica psicoanalítica, comprobamos que la mayoría de las veces son niños que se reprochan lo mismo que en su infancia reprochaban a sus padres. 

lunes, 10 de mayo de 2021

¿Por qué sentimos angustia ante la realidad que estamos viviendo?

Uno de los estado anímicos más complejos por su estructura pero a la vez conocidos por todos, es el estado anímico o sentimiento de angustia. Tendríamos que diferenciar el ataque de angustia puntual del estado de ánimo de angustia generalizada. El primero guarda relación con deseos inconscientes reprimidos que pulsan por manifestarse en la conciencia y que nuestro Yo nos defiende de los mismos con un ataque de angustia. Sería como decir que antes de que nos demos cuenta de lo que deseamos o frente a la posibilidad de que nuestros deseos inconscientes afloren a la conciencia, aparece una señal de alarma y nuestro yo provoca un estado de angustia que hace concentrar toda la atención en los síntomas de dicho ataque, desviando la atención de dichos deseos reprimidos inconscientes. 

El estado de ánimo angustioso, hace referencia a la incertidumbre. Actualmente estamos en un momento de incertidumbre política, sanitaria, laboral que hace sentir a las personas un sentimiento de inseguridad. La inseguridad del panorama político muestra la incapacidad del sistema de otorgar seguridad a los ciudadanos. El sistema sanitario frente a una pandemia también ha generado inseguridades en el propio sistema. Lo laboral, tocado por la pandemia y el sistema político ha generado un panorama de inseguridad frente a lo más importante que hay para una persona dentro del sistema capitalista: el trabajo y su modo de producción. Tres pilares sobre los que se sostiene una sociedad: política, trabajo y salud y los tres por la inestabilidad  que ha generado la pandemia ha hecho que vivamos en la incertidumbre y justo, el no saber, el no entender hacia dónde vamos ni lo que vamos a ver en los próximos meses ha generado una angustia social en muchas personas que viven con el sentimiento de que “algo malo pasa o puede pasar”. 

 

La razón de sentir esta angustia ante la incertidumbre política, sanitaria y laboral tiene una base real: una pandemia mundial. Sin embargo, el sentimiento de angustia es uno de los sentimientos peor gestionados por las personas, ya que pocos conocen cómo manejar la vida bajo la incertidumbre cuando los ideales políticos, sanitarios y laborales han caído o han mermado la seguridad el sistema social. Toda incertidumbre, genera angustia si no se sabe entender la naturaleza del sentimiento de angustia. El psicoanálisis estudia la angustia desde lo que llamamos un corte, un giro, un cambio. Frente a lo desconocido, el ser humano como cuando era niño se angustia, ya que la angustia, despierta sentimientos la mayoría de ellos de naturaleza catastrofista o pesimista. Toda angustia es frente al cambio, frente a lo nuevo, frente una realidad donde el sistema social no genera seguridad. El sistema sanitario está remontando y se comienza a recuperar la confianza en él pero el sistema de producción laboral, en parte es una incógnita para muchas personas. ¿Recuperarán su salud económica o quedará mermada? ¿ Se puede pensar mas allá de condicionantes externos una vida profesional, laboral, mas allá de las crisis sanitarias y políticas? La falta de recursos para pensar de manera menos emocional y mas racional es lo que provoca entre otras cosas el sentimiento de angustia. Frente a lo desconocido la tendencia es abandonar. Frente a los cambios siempre surge miedo. ¿pero miedo a qué? ¿A no poder o a poder? La mente juega malas pasadas sobre todo cuando no se distingue lo que vemos de lo que sentimos pero nos guiamos mas por lo que sentimos en relación a lo que vemos. Evolucionaríamos si tuviéramos mas valentía emocional y apostaríamos por el crecimiento ya que la capacidad de trabajo es infinita en el hombre y la mujer. Pero la incertidumbre nos hace resguardarnos, buscar la seguridad en el refugio de lo conocido. Y tratamos de apartarnos de la incertidumbre que es algo a lo que deberíamos estar acostumbrados a sentir. ¿Existe certidumbre de algo en la vida? ¿Tenemos garantías absoluta de algo? No existe la certidumbre en la vida. La incertidumbre nos acompañará toda nuestra vida y si no sabemos cómo aprender a vivir en la incertidumbre, será entonces la angustia nuestra compañera de vida. El psicoanálisis aporta una inteligencia frente a lo que sentimos. Un valor frente a los miedos. Una respuesta a la angustia y una respuesta ante la incertidumbre.  (dedicado a mi amigo Pawes, que con su llamada telefónica me incitó a escribir este artículo) 

lunes, 15 de febrero de 2021

Todos los problemas de pareja tienen el mismo origen

En las dos últimas décadas observamos que las relaciones de pareja se ha deteriorado de manera alarmante y comprobamos que las separaciones, los problemas de comunicación, amorosos, sexuales, educativos, familiares se han incrementado hasta el punto que se ha desarrollado una tendencia bastante agresiva entre los miembros de cualquier relación de pareja. 

En las relaciones heterosexuales, observamos que impera un nivel de inmadurez psicológica en la relación de pareja que se establece entre sus componentes que hacen ver cómo los aspectos personales inmaduros neuróticos, se desplazan a dicha relación y deterioran la pareja hasta terminar en una separación la mayoría de las veces poco amistosa. Cuando analizamos por separado a los miembros de la pareja, encontramos que sobre la misma se desplazan elementos inconscientes sin resolver que la persona tenía anteriormente a la hora de constituir la pareja. Dentro de las carencias emocionales, nos preguntamos qué busca un hombre en una mujer y viceversa. Las respuesta obtenidas resultaban siempre vagas, imprecisas y muy generales. Como algo común que todas las personas buscan pero con tintes inmaduros. Amores únicos, posesivos, que nunca terminan de satisfacer a la persona que los demanda. Hombres que exigen a la mujer una demanda de amor que ella no puede colmar y mujeres que necesitan de pruebas de amor que no terminan de satisfacerlas. Digamos que lo que predomina mayormente en este tipo de pareja es un sentimiento de frustración, de insatisfacción que se va acentuando con el tiempo y termina provocando una fisura en la relación de pareja por donde se termina deshaciendo la misma. Si a esta dificultad le añadimos la existencia de niños de por medio, se acentúan mas los problemas pues los niños se convierten en moneda de intercambio de la neurosis de los padres, es decir, se usan para agredir al otro. Toda frustración en la pareja lleva a un sentimiento de rabia, agresividad que pulsa por destruirla. Lejos de salir de manera airosa de la misma, las parejas acaban en juicios, no cumpliendo los mínimos pactos de manutención y agrediéndose durante años a través de un rencor que les queda dentro por una vivencia frustrada de la cual ninguno ha salido bien parado.

Analizando a este tipo de personas, observamos que en la pareja han desplazados elementos inconscientes de la relación con sus respectivas familias. Es típico ver que la mala relación que una persona tiene con sus padres, termine de manera inconsciente desplazándola a su relación de pareja sin darse cuenta. Así mismo es común observar que unos padres separados, de mala manera, provocan en los hijos una identificación que les puede llevar generalmente a relaciones tortuosas de pareja e incluso a repetir también una separación de acuerdo al modelo parental que han vivido. 

En el análisis de las relaciones de pareja, encontramos que la causa del malestar y el deterioro, siempre es el desplazamiento de las relaciones inmaduras que los sujetos tienen con sus respectivos núcleos familiares. Muchos de estos sentimientos están reprimidos durante la adolescencia y comienzo de la edad adulta y terminan exteriorizándose en las relaciones de pareja, de ahí que el psicoanálisis de pareja termina mostrando que las dificultades y problemas de pareja son la repetición de conductas antiguas del pasado que la persona no ha podido cambiar y ahora repite pero en la relación de pareja. Es decir, mantiene con la pareja la misma relación de conflicto que tenía reprimida o no con su familia.