Una crisis de pareja, no siempre tiene que terminar en ruptura.
Desde el punto de vista de la terapia psicoanalítica de parejas, una crisis de
pareja, habitualmente supone un punto de giro o inflexión para poder continuar
con la relación. El problema viene cuando se acude a un “especialista” que no tiene
experiencia en crisis de pareja. Son
muchos los psicólogos que dicen ser expertos en crisis o problemas de pareja.
La mayoría de ellos se encuentran que frente a una crisis de pareja optan por
situaciones de mediación, para tratar de calmar el malestar del problema de
pareja pero esto no es la solución. Habitualmente, toda crisis indica que algo
debe ser modificado o transformado dentro de la pareja. Cuando se llega a un
problema de pareja es porque ha saltado una señal de alarma que pide algún
cambio, alguna modificación bien en la forma de comunicación o bien en la
sexualidad de la pareja. Un asesor matrimonial es un especialista con una
amplia trayectoria en crisis o problemas
de pareja. La formación de un asesor matrimonial está dirigida a entender los
procesos inconscientes individuales que suceden a cada miembro de la pareja
para encontrar las causas en cada uno de ellos y ver su grado de implicación en
el problema o crisis de pareja. En las crisis de o problemas de pareja, no hay
culpables, sino responsables. Esto quiere decir que tanto lo que le sucede a
uno como a otro, siempre es producto de un deterioro comunicativo, de un no
ceder, de mantener posturas orgullosas o narcisistas o bien querer imponer la
voluntad al otro y el otro cede hasta que se rebela. Las causas de las crisis o
problemas de pareja hay que buscarlas a nivel individual. Un asesor matrimonial
tiene una formación psicoanalítica y es capaz de detectar las causas
ideológicas y la influencia familiar sobre el modo de ser de cada individuo y
de ahí, entender que la mayor parte de las crisis o problemas de pareja son
producidas por modelos familiares o sociales adquiridos y que se repiten en la
pareja. De ahí que la misma acabe perturbándose o sufriendo problemas o crisis
de pareja por estar repitiendo de manera inconsciente modelos educacionales
adquiridos.
Un asesor matrimonial es capaz de ver, escuchar y entender los
modelos familiares que actúan sobre cada miembro de la pareja y detectar su
influencia en la crisis o problema de pareja. Si no se trabajan la parte
inconsciente individual de la pareja es prácticamente imposible entender las
causas que deterioran a la pareja. El asesor matrimonial no es un mediador, es
una persona dotada de unos instrumentos psíquicos de enorme precisión que
detecta esa influencia familiar o social en los problemas de pareja. De ahí que
tras una o dos entrevistas conjuntas, la terapia de pareja debe ser de manera
individual porque lo que entre ellos no comprenden, logra entenderse a nivel
individual cuando el asesor matrimonial trabaja sobre cada miembro de la
pareja. El psicoanálisis, es el instrumento de trabajo, con el cual opera un
asesor matrimonial de manera que los cambios que produce en la pareja permiten
reconstruir una nueva pareja, para darle un enfoque novedoso a la rutina y a la
falta de deseo e interés de la pareja, construyendo un futuro con una dimensión
de felicidad mayor.
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