Tras 24 años de tratar a pareja que
acudían por motivos de infidelidad, puedo certificar que una infidelidad cuando
es descubierta por la parte contraria es una infidelidad programada, es decir,
deseada. La persona que descubre la infidelidad ha sido debido a “un descuido”
de la persona infiel. Un chat abierto, un ordenador encendido, un washup
abierto, una mentira descubierta… pruebas que son pistas para que la otra
persona descubra “la supuesta infidelidad”. Digo supuesta porque este tipo de
infidelidades descubiertas, desde el punto de vista del psicoanálisis, no son
una infidelidad como tal define el término, sino que son la manifestación de un
deseo sexual de la pareja que por cuestiones morales no logran exteriorizar en
la conciencia y cuya satisfacción,
sucede de manera inconsciente en la realidad.
La primera pregunta que nos hacen es,
¿cómo puedo querer o desear que él o ella se vaya con otra persona?
Tendríamos que diferenciar lo que es una
infidelidad amorosa de una infidelidad sexual, en el sentido que puede parecer
lo mismo pero las causas que la motivan son distintas.
Lo cierto es que una infidelidad
vuelve a levantar pasiones amorosas
dormidas dentro de la pareja. La mayoría de las “supuestas infidelidades”
descubiertas, sumergen a la pareja de nuevo en el deseo. (continuará)
Un interesante articulo. Muchas veces la persona que descubre la infedilidad ya no quiere siquiera hacer la terapia de parejas porque creen que ya no hay nada que remediar. Quiero saber como continua que, la verdad, me gustó.
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