Acuden a consulta una pareja por un
problema de una supuesta infidelidad por parte de la mujer. Refieren que su
relación ha decaído desde hace un año. El marido comenta haber entrado en los
cuarenta y desde hace un tiempo, duda de la virtud de su mujer. A raíz de
haberse apuntado a clases de salsa con una amiga, ha comenzado a ver que el interés de ella
por asistir a las clases ha ido en aumento hasta el punto que él ha comenzado a
sospechar. Le espía el móvil y la descubre borrando unos mensajes. La interroga
de manera violenta y comenta que el profesor de salsa se le ha declarado y que
ella ha dicho que no. Aquí estalla una enorme crisis que les hace acudir a
consulta. Ella siente culpa. Comenta que sabiendo que no iba a llevar a cabo
ningún acción, la idea de sentirse gustada por otro hombre le había dado
alegría a su vida. El marido le pregunta si siente algo por el profesor. Ella
comenta que un sentimiento de amistad pero nada mas. El marido arde en celos y
le dice que si no deja las clases, se divorcia. Ella accede y durante dos meses
de terapia, ambos psicoanalizan aspectos de su personalidad que han podido
incidir en su crisis de pareja. La monotonía, la falta de nuevas ilusiones, la
carencia de amigos y nuevas relaciones, el escaso sexo por la falta de
intimidad por los hijos, etc… Durante dos meses, la pareja resucita la pasión
pero la mujer comienza a sentirse triste y decaída y comenta que hecha de menos
al grupo de baile. El marido no lo comprende y se vuelven a reactivar los celos
en él. Tras varias sesiones conjuntas, accede a que ella vuelva a las clases de
baile, pero la pareja comienza a decaer. El esta irascible y ella con culpa
porque ve que la decisión de volver al grupo de baile le hace mal al marido.
¿Qué hacer?
Es evidente que quitarse, aislarse del
grupo a la mujer no le va a hacer nada bien. Podemos decir que los celos
despertados en el hombre por la relación social de su mujer reactivó el deseo
en la pareja. ¿Es por lo tanto malo o bueno que ella haya podido encontrar algo
que la ilusiona pero que despierta los celos del marido.? Psicoanalíticamente
hablando, es la situación perfecta que la pareja, con ayuda de la terapia debe
tolerar. Se les va explicando que nadie es de nadie y que no se puede
pertenecer a nadie. Solo nos pertenecen los pactos, los acuerdos. El resto, es
neurosis. Pensar que un hombre es de una mujer o que una mujer es de un hombre,
es un desplazamiento de la relación materno filial infantil. Solo el niño es de
la madre y la madre del niño.
Esta pareja tienen futuro como pareja,
siempre y cuando su moral les permita aceptar que el deseo se genera con la
aparición de los celos. Si el hombre tolera que su mujer sea deseada por otros
hombres podrá encontrar una salida a su crisis. Pero si quiere que ella cierre
todas las puertas a lo social para él sentirse tranquilo, con seguridad, la
pareja cortará. Dentro de un mes, seguiremos comentando la evolución de esta
pareja.
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