ANOTACIONES PARA ENTENDER EL AUMENTO DE LA TASA DE SUICIDIOS MASCULINOS
Las dificultades de los varones pueden ser atribuidas a la falta de “equipamiento” psíquico necesario para manejar su madurez física que no madurez sexual (definiendo como madurez sexual su madurez personal, donde lo sexual implica la forma de construir y manejar sus relaciones sociales, personales y laborales )
Cuando el hombre se siente abrumado e incluso desbordado por su sexualidad es porque se siente a merced de sus deseos y de impulsos infantiles que no puede satisfacer. De ahí que la falta de maduración en el hombre le lleva a soportar una pesada carga psicológica que no sabe como afrontar.
Las demandas sociales para el hombre le exigen una posición que abarca lo económico, la pareja y la familia. Digamos que existe una presión antes las exigencias sociales que la mayoría de las veces no puede abarcar, lo que le supone una enorme frustración que le puede provocar desde inhibiciones hasta una impotencia de verse incapaz de poder llevar a cabo lo que siente que tanto lo social como él mismo se exige. Mejor posición social, capacidad resolutiva para el amor, manejo de su función paterna si es que tiene hijos y conseguir una estabilidad en las relaciones de pareja que lejos de desequilibrarle, le de un equilibrio interno personal.
Sin embargo, desde hace casi dos década observo que el hombre actual no termina de madurar su sexualidad infantil, es decir, que carece de un conocimiento en profundidad de sus procesos mentales inconscientes que le hacen ser víctima de sus propios deseos e impulsos pero infantiles. Digamos que quiere poder abarcar mucho para lograr una felicidad en el trabajo y en sus relaciones personales pero con escasas herramientas psicológicas, ya que se ve incapaz de manejar sus emociones básicas infantiles, como son el miedo, la inseguridad, el narcisismo, su sadismo y su masoquismo.
Desbordado por su propias emociones y sentimientos, el nivel de frustración es grande que le lleva a sentir una impotencia frente a una realidad que no puede manejar. Esto conlleva una ansiedad ante el futuro, que el paso del tiempo acentúa generando en su personalidad cambios de carácter que le llevan desde padecer una neurosis hasta desarrollar una enfermedad mental como es una depresión, que le puede llevar a la una melancolía e inducirle al suicidio.
Esta incapacidad de abordar las exigencias de la realidad, reside en una educación deficiente de recursos psicológicos. Con esto quiero decir que al hombre no se le enseña ni se le dota de herramientas psicológicas necesarias para que cuando crezca aborde la realidad con fuerza y seguridad.
No se trata de buscar culpables porque eso no va a modificar la situación que estamos viviendo actualmente. Se trata de comenzar a pensar un sistema educativo sano para que las personas maduren su sexualidad desde las etapas iniciales de su vida y aborden la vida sin temor y sin creer que el mundo es inaccesible. Haciéndoles comprender sus procesos mentales la posibilidad de enfermarse disminuye y la vida se puede abordar a pesar de las dificultades que cualquier vida puede tener.