Llevo mas de 25 años atendiendo personas, parejas y puedo confirmar que sólo las infidelidades verdaderas, nunca se descubren. He tenido personas en terapia que teniendo una vida familiar satisfactoria, durante mas de 15 y 20 años, mantenían relaciones secretas con otra persona y jamás dieron pruebas de las mismas que pudieran denunciarlas.
Lo interesante es que este tipo de “infidelidades” nunca son descubiertas y duran prácticamente toda la vida. Las personas viven una doble vida, mayormente suelen ser infidelidades de tipo sexual, puntuales pero que como decían las personas psicoanalizadas, era un motor de energía para sus vidas.
Luego nos encontramos las infidelidades que son descubiertas. Este tipo de infidelidades deben analizarse bien porque nunca son lo que aparentan ser.
Hablemos del sentido que tienen.
· Infidelidad sexual. Este tipo de infidelidad cuando la persona se hace descubrir, es para indicar que la vida sexual con su pareja es pobre o poco placentera. Puede servir para que la pareja se replantee su vida sexual y puedan resolverla con ayuda terapeútica.
· Infidelidad para terminar una relación. Este tipo de infidelidad es para terminar una relación que no se sabe como terminarla. La persona se hace descubrir y a partir de ahí, se separa de su pareja y formulan el divorcio.
· Infidelidad para despertar el deseo. Esta infidelidad, suele ser perdonada y permite despertar el deseo sexual en la pareja cuando ha disminuido o perdido calidad.
· Infidelidad amorosa. La persona se hace descubrir antes de llevar a cabo la infidelidad y sirve para mostrar la falta de amor dentro de la pareja.
Lo interesantes de la infidelidad es que siempre denuncia algo que no va bien en la pareja. Se aconseja siempre, tras una infidelidad llevar a cabo una terapia psicoanalítica, pues las decisiones bruscas como romper o separarse, suelen ser precipitadas y erróneas la mayoría de las veces.
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