El respeto y el temor al
padre posicionan al niño y a la niña frente a la función de la virilidad. Una posición
paterna excesivamente permisiva o pasiva
puede impulsar a que los hijos inclinen
sus preferencias sexuales hacia una elección de objeto homosexual.
Las mujeres casadas en segundas nupcias con hijos de una primera
relación pueden tener, a veces, problemas para tolerar las intervenciones de
su nueva pareja sobre ellos. El padre,
independientemente de que sea o no sea el padre biológico, es mas
una función que una figura física. Por tanto, da igual quien la
ocupe siempre y cuando esté bien llevada a cabo. De hecho, muchos niños consideran a su segundo padre mejor que al primero, lo que tiene que ver
con la credibilidad que la madre le otorgue en su nuevo cometido. Si ella lo acepta y lo asume como tal , el niño también lo aceptará.
Las funciones que el padre
ejerce tienen que ver con la
introducción de la Ley y con el amor a
lo social. Su tardía aparición lleva al
niño a darse cuenta de que el amor de la madre, en realidad, es el
padre y que él procede de la unión de
ambos. El amor, tanto materno como paterno,
tiene como significado la generosidad y representa para el
hijo un DON DE AMOR.
Un padre ama
a su hijo de manera incondicional, sin
pedirle nada a cambio y sólo quiere para él
que se desarrolle como ser
humano. Por eso, lo único que se puede hacer por el padre es
amarlo.
En algunas circunstancias, puede ocurrir que encontremos
mujeres que les impidan situarse adecuadamente en su
función de padre. Es el caso de las
llamadas MADRES OPACAS que se
interponen para no dejar pasar a través de ellas, la palabra del padre
al niño. Son madres auténticamente
neuróticas que solo viven para sus hijos sin importarles para nada el resto del mundo. Nunca dejan intervenir al padre en las
actividades educativas y si lo hacen, se toman el cuidado de anular, despreciar o desprestigiar sus opiniones ante el hijo y la sociedad.
En contraposición, la variante sana serían las llamadas MADRES TRANSPARENTES, mujeres que valoran y respetan la figura paterna y permiten el necesario pase de la Ley del Padre.
Cuando en el niño no se ha
instalado adecuadamente la función paterna, debido a una posición desvalorizada
del padre o a la intervención de una madre opaca, aparecerán importantes trastornos psíquicos
durante su desarrollo emocional e
intelectual que afectarán gravemente a su futuro.
Que la función del padre no exista , equivale a decir: “
Si Dios no existe, entonces todo está
permitido “. ( Los Hermanos Karamázov. F. Dostoievski. )
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